Título Original Spy (2015)
Director Paul Feig
Guión Paul Feig
Actores Melissa McCarthy, Jason Statham, Rose Byrne, Jude Law, Morena Baccarin, Bobby Cannavale, Allison Janney, Nia Long, 50 Cent, Peter Serafinowicz, Will Yun Lee, Zach Woods, Alicia Vela-Bailey, Jessica Chaffin, Miranda Hart, Carlos Ponce
Desde hace unos años el tándem formado por la actriz Melissa McCarthy y el productor, guionista y director Paul Feig está ofreciendo una buena remesa de comedias exitosas que poco a poco van revitalizando el género en Estados Unidos. Proyectos como La Boda de Mi Mejor Amiga (Bride Maids) o Cuerpos Especiales (The Heat) muestran a dos profesionales en perfecta sintonía en lo que a explotar las dotes como narrador del autor de Freaks & Geeks o The Office y en ir perfeccionando la ya de por sí potente vis cómica de la intérprete de cintas como St. Vincent o Tammy. El último producto ofrecido por esta pareja de profesionales es Espías (Spy en su título original) una pieza que ha pasado por España sin hacer mucho ruido (no así en su Estados Unidos natal) y que contra todo pronóstico se encumbra como la comedia más desternillante y divertida de lo que llevamos de 2015.
Espías es, como su propio título ayuda a dilucidar, una parodia del cine de espionaje. Pero tanto del más elegante y clásico al estilo James Bond como el más fibrado y crudo de Jason Bourne, de ahí que tengamos dos personajes que dan vida a ambas vertientes cinematográficas, uno interpretado por Jude Law y otro por Jason Statham. Pero lo más curioso es que el punto de partida de la última cinta de Paul Feig vendría a ser algo parecido a que el insoportable personaje de Penélope Garcia de la entretenida pero sensacionalista serie Mentes Criminales se introdujera en una trama deudora de aquella pequeña joya a recuperar de James Cameron llamada Mentiras Arriesgadas (True Lies) protagonizada por Arnold Schwazzennegger y Jamie Lee Curtis, ya que le historia se centra en cómo una analista de la CIA acostumbrada a sentarse en su escritorio para ayudar a los agentes de campo acaba convirtiéndose en uno de estos para llevar a cabo una complicada misión relacionado con el tráfico de armamento a nivel internacional.
El resultado es un guión bien hilado y consistente en su narración apoyado por un trabajo magnífico de Paul Feig tanto en el plano técnico como en la dirección de actores, un reparto tocado por el don de la comicidad con una Melissa McCarthy impagable encabezándolo y una sesión continua de acertadísimos gags con los que el creador de la serie Other Space acribilla a un espectador que en ocasiones no tiene tiempo para dejar reír entre gag y gag. Lo más divertido es que el personaje de Susan tiene las aptitudes adecuadas para ser la espía perfecta (como analista es una experta en dichas lides y sin ella los agentes a los que dan vida Law y Statham serían en el primer caso mucho menos eficaz y en el segundo un rotundo inepto) pero su presencia, apariencia física (rechoncha, grosera y simpaticona) es totalmente antagónica a la de las típicas femme fatales que pueblan el tipo de films que Spy parodia.
Esta actitud algo barriobajera y malencarada, su apariencia de ama de casa protototípica o solterona amante de los gatos y el hecho de que por dentro sea una experta en espionaje internacional y conspiraciones gubernamentales le sirven a Paul Feig para tejer una divertida trama en la que Melissa McCarthy toca todos los palos dentro del celuloide de agentes secretos. Entre ellos la vemos hacer uso de gadgets propios del 007 más clásico y protagonizar escenas físicas propias del interpretado por el que interpreta Daniel Craig en la actualidad o de los Matt amon y Jeremy Renner de las cuatro entregas del desmemoriado Jason Bourne, Aunque evidentemente y como es lógico todos estos pasajes están abordados con un tono de parodia con mucha mala baba y referencialidad que en la mayoría de ocasiones desembocan en continuas carcajadas que no dan un minuto de tregua a la platea cuando las mismas están en su punto culminante.
Sobra decir que Melissa McCarthy está pletórica en su papel y que el mismo la confirma como una de las mejores actrices de comedia de su generación, pero también hacen un muy buen trabajo el elegante y superficial Bradley Fine de Jude Law por el que bebe los vientos la protagonista, el machista, grosero y torpe Rick Ford de Jason Statham que se lleva también alguno de los pasajes más divertidos de la cinta o una Rose Byrne como Rayna Boyanov a la que no estamos acostumbrados a ver en este tipo de papel y que borda su estrambótico trabajo destilando no poca química con el de McCarthy. En roles más secundarios tenemos a una entrañable Miranda Hart como Nancy, la mejor amiga de Susan, un, últimamente omnipresente, Bobby Cannavale dando vida al mafioso Sergio De Luca, el principal villano de la velada, o un mastodóntico Peter Serafinowicz como el pervertido Aldo.
Sería difícil enumerar todos los gags, momentos, secuencias que al que suscribe (y ojo, a muchos de los que en ese momento se encontraban en la sala de cine) le hicieron llorar de risa. Aunque tengo el deber de destacar el concierto de música electrónica, todo el pasaje del veneno en la copa del personaje de Rayna, la persecución en moto, el acoso y derribo por parte de Aldo a Susan, lo que acontece en el jet privado del ya mencionado personaje de Rose Byrne o el clímax final. Espías confirma que Paul Feig está en un momento dulce, que Melissa McCarthy es su musa y que Judd Apatow me parece más sobrevalorado todavía después de ver esta comedia de su amigo y compañero que espero no sea el punto álgido de este dúo que con un poco de suerte y manteniendo el nivel que llevan en producciones como la que nos ocupa nos depararán en el futuro buenos momentos de humor con los que evadirnos durante un par de horas de que nuestra realidad es la que no tiene ninguna gracia.
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