Título Original: L'Amant (1992)
Director: Jean Jacques Annaud
Guión: Gérard Brach y Jean Jacques Annaud basado en la novela de Marguerite Duras
Actores: Jane March, Tony Leung Ka Fai, Frédérique Meininger, Arnaud Giovaninetti, Melvil Poupaud, Lisa Faulkner
Trailer
En 1992, 4 años después de aquella durísima y bella obra titulada El Oso, el director francés Jean Jacques Annaud, que ya se había hecho un nombre internacional gracias a la soberbia adaptación que había realizado de En el Nombre de la Rosa, la complicada novela del italiano Umberto Eco, llevó a imágenes el controvertido libro El Amante, de la escritora francesa nacida en las proximidades de Saigón, Marguerite Duras.
El Amante es una cinta a la que en conjunto se le puede reprochar muy poco. Dirigida con elegancia, escrita con gusto y profundidad, bien ambientada, detallista en su puesta en escena y moderadamente sensual a la hora de poner secuencias de sexo en pantalla. Pero el film no sólo se me hace tremendamente aburrido y monótono, es que el personaje de una guapa Jane March de rostro aniñado, me repele muchísimo por su carácter infantil, de una puerilidad insoportable.
La historia se supone autobiográfica por parte de la escritora, lo que da muestra de cuán imbécil podía ser en su adolescencia esta señora. La joven francesa se encoña con un diplomático chino que queda profundamente enamorado por su carnalidad y aparente inocencia. Aquí da comienzo una historia pasional en la que él lo entrega todo y ella, como niña malcriada que es, sólo ve un divertimento erótico festivo entre el entretenimiento y la prostitución, por mucho que la voz en off quiera dar un peso y madurez al personaje principal que nunca llega a ser creíble.
Más grave aún, en la escena de la desfloración de la joven, rodada con delicadeza y mucho tacto por Annaud, ella parece no dar importancia alguna a tal acto, que en la vida real si es llevado a cabo en el momento adecuado y con la persona idónea puede llegar a ser un momento de éxtasis, más existencial que sexual, del todo inolvidable. Aunque una vez más la voz en off de una gran Jean Moreau trata de dar una visión más profunda a la experiencia, el condescendiente rostro de Jane March da al traste con este intento de mostrar algo de hondura por parte de su personaje ante tal hecho.
Curiosamente la que me parece el mejor tramo del film es la de la cena con la familia de la protagonista, seguida del baile en el salón y que se cierra con la seca y cruda escena coital que la complementa, en la que una vez más se acentúa no sólo el carácter de niñata de la protagonista, sino también sus nulo entendimiento de lo que es una verdadera relación sentimental entre dos personas de distinto sexo.
El Amante es un film irreprochable, que cumple su cometido a pesar de su tedioso desarrollo, pero a mí me ha dejado totalmente indiferente por la nula complicidad que siento hacia su protagonista. En la historia se nos trata de justificar que la joven protagonista (la misma Duras) no supo ver el verdadero amor cuando lo tuvo delante por su inexperiencia y juventud, yo opino que es cierto que no lo vio, pero por otro motivo, porque era un estúpida de campeonato, ¿ lo era por vivir en la pobreza, por encontrarse en un país sumergido en una situación política y social del todo convulsa, por no haber conocido a otro hombre que no fuera el diplomático chino? puede que sí, pero lo era y mucho.
El Amante es una cinta a la que en conjunto se le puede reprochar muy poco. Dirigida con elegancia, escrita con gusto y profundidad, bien ambientada, detallista en su puesta en escena y moderadamente sensual a la hora de poner secuencias de sexo en pantalla. Pero el film no sólo se me hace tremendamente aburrido y monótono, es que el personaje de una guapa Jane March de rostro aniñado, me repele muchísimo por su carácter infantil, de una puerilidad insoportable.
La historia se supone autobiográfica por parte de la escritora, lo que da muestra de cuán imbécil podía ser en su adolescencia esta señora. La joven francesa se encoña con un diplomático chino que queda profundamente enamorado por su carnalidad y aparente inocencia. Aquí da comienzo una historia pasional en la que él lo entrega todo y ella, como niña malcriada que es, sólo ve un divertimento erótico festivo entre el entretenimiento y la prostitución, por mucho que la voz en off quiera dar un peso y madurez al personaje principal que nunca llega a ser creíble.
Más grave aún, en la escena de la desfloración de la joven, rodada con delicadeza y mucho tacto por Annaud, ella parece no dar importancia alguna a tal acto, que en la vida real si es llevado a cabo en el momento adecuado y con la persona idónea puede llegar a ser un momento de éxtasis, más existencial que sexual, del todo inolvidable. Aunque una vez más la voz en off de una gran Jean Moreau trata de dar una visión más profunda a la experiencia, el condescendiente rostro de Jane March da al traste con este intento de mostrar algo de hondura por parte de su personaje ante tal hecho.
Curiosamente la que me parece el mejor tramo del film es la de la cena con la familia de la protagonista, seguida del baile en el salón y que se cierra con la seca y cruda escena coital que la complementa, en la que una vez más se acentúa no sólo el carácter de niñata de la protagonista, sino también sus nulo entendimiento de lo que es una verdadera relación sentimental entre dos personas de distinto sexo.
El Amante es un film irreprochable, que cumple su cometido a pesar de su tedioso desarrollo, pero a mí me ha dejado totalmente indiferente por la nula complicidad que siento hacia su protagonista. En la historia se nos trata de justificar que la joven protagonista (la misma Duras) no supo ver el verdadero amor cuando lo tuvo delante por su inexperiencia y juventud, yo opino que es cierto que no lo vio, pero por otro motivo, porque era un estúpida de campeonato, ¿ lo era por vivir en la pobreza, por encontrarse en un país sumergido en una situación política y social del todo convulsa, por no haber conocido a otro hombre que no fuera el diplomático chino? puede que sí, pero lo era y mucho.
No me llama lo más mínimo, eso sí, el oso la pongo en la lista de pendientes.
ResponderEliminarOfftopiqueando que es lo mío, ¿me recomendarías alguna seríe de comics que esté actualmente en curso? Me hace ilu ir todos los meses al kiosko a por mi cómic limpio y reluciente pero no sé si hay algo interesante.
Te recomendaría Los Muertos Vivientes, pero a parte de que va por el número 9 (el 10 sale el mes que viene)Planeta sólo edita uno o como mucho dos tomos al año. Lo de una serie mensual de cómics a día de hoy que merezca la pena, la de Batman pero también va muy adelantada (número 33) y es un engorro hacerte con ella desde el principio, de modo que me pillas en bragas en ese sentido.
ResponderEliminarPues de momento esperaremos a ver si sale algo interesante, ¿sabes alguna página en la que me pudiera informar de esto?
ResponderEliminarLas páginas de Planeta, Panini, Norma y Glenat son algunas de las más grandes editoriales de España, ahí avisan de novedades con bastante entelación.
ResponderEliminaryo no la encontré aburrida en ningún momento, es difícil encontrar películas que plasmen ideas diferente pero que sigan en lo real, la protagonista no es una niña tonta si no que tenía esa mentalidad debido a la sociedad donde vivía y su familia disfunsional, y tu mismo lo dijiste es solo una niña y apenas estaba conociendo lo que es el amor y lo que implica, creo que es una GRAN película y yo la recomiendo TOTALMENTE
ResponderEliminarSí, es una buena película, pero el personaje de Jane March me parecía que tenía un concepto equívoco e infantil (hasta que al final se da cuenta de todo) de lo que es el amor y de cómo hay que conservarlo, posiblemente como bien dices eso venga de su entorno o núcleo familiar, pero mi problema es que el suyo es el personaje principal del largometraje y por desgracia me caía mal y me causaba rechazo.
ResponderEliminarUn saludo.
Es una increíble película que me permitió admirar el erotismo como un arte; gracias a su fascinante guion, actuaciones naturales y una fotografía soberbia. Su director ya me había cautivado con Siete años en el Tíbet, pero El amante se ganó mi corazón.
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