Director: Joe Johnston (2009)
Guión: Andrew Kevin Walker y David Self basado en el guión de Curt Siodmak
Actores: Benicio del Toro, Anthony Hopkins, Emily Blunt, Hugo Weaving
En el año 1941 el director George Waggner y el guionista Curt Siodmak crearon un clásico llamado The Wolf Man. Protagonizada por un inspirado Lon Chaney Jr, el film supuso una de las más celebradas muestras del mítico cine de terror de la Universal surgido en la primera mitad del SXX. Un producto realizado con pericia y un excelente pulso que a día de hoy aún guarda gran parte de su fuerza cinematográfica.
Entre los espectadores que quedaron prendados por el film de 1941 se encontraba un joven Benicio del Toro que quedó fascinado por la trágica historia de Lawrence Talbot y su maldición. El mismo actor puertorriqueño es el impulsor de este remake que sufrió distintos problemas durante su gestación, el más destacado, el abandono del realizador Mark Romanek (director de la interesante Retratos de Una Obsesión) en beneficio de Joe Johnston, resuelto artesano que nos ha regalado films como Jumanji o Rocketeer.
El mérito más destacable de la película es su atmósfera, cercana al film de Waggner, pero aún más a Sleepy Hollow de Burton o al Drácula de Coppola, y su afán por ser fiel al clasicismo de la producción original. Pero inevitablemente y mostrándose una vez más como una cinta hija de su tiempo, el uso y abuso de efectos digitales que de manera totalmente erronea se centran casi en su totalidad en el personaje protagonista cuando está transformado en licántropo, lastra el guión del film, que tampoco es de una solidez consistente.
No sé si por los cambios en la dirección, porque Joe Johnston cumple como realizador pero no es un autor o porque simplemente estamos ante otra más de esas producciones de Hollywood construidas en cadena de montaje, El Hombre Lobo es una obra formalmente despersonalizada y con una carencia total de originalidad.
Pero tampoco es totalmente fiel a la cinta en la que se inspira, ya que el hallazgo más grande de aquella, que era la edípica relación entre Lawrence Talbot y su padre (enorme Claude Rains en la cinta de Waggner, un estático Anthony Hopkins en la obra que nos ocupa) queda reducida aquí a una plana interacción que desemboca en un estúpido combate final digno de la terrible saga Underworld
Otro fallo es que en la actualidad para hacer buen cine gótico lo mejor y más acertado es mirar al pasado y dejarse influenciar por la británica Hammer Films y la producción de la que hablo de manera equívoca no lo hace. Curiosamente esta productora rodó la que es para mí la mejor cinta de licantropía clásica de la historia del cine, The Curse of the Werewolf , dirigida por un inmenso Terence Fisher de pulso magistral e in crescendo narrativo rompedor para la época y el género de terror e interpretada con acerada fisicidad por un enorme Oliver Reed.
Fallida y desperdiciada en cualquiera de los casos. Plantel de actores planos, personajes que son sólo un esbozo, guión lineal en el peor sentido de la palabra y nula química entre los personajes de Benicio del Toro y Emily Blunt, que nunca llegan a hacer creíble el romance en el que los dos se ven involucrados. Nada más allá de una cinta para pasar una tarde, con una lograda dirección artística y unos ramalazos gore tan innecesarios como estéticamente atractivos. Una oportunidad desaprovechada a la hora de haber hecho un remake digno o un homenaje contemporaneo a un clásico del terror, otra vez será.
Jooooo,me has quitado todas las ganas de ver la peli U_U
ResponderEliminarNo lo hagas y si lo haces no pagues por ello.
ResponderEliminarMira, me topo con esta reviú un día después de ver la peli. Me dormí. No me lo puedo creer, pero ME DORMÍ justo antes de la última pelea.
ResponderEliminarNo sea cruel y recomiéndeme 2 películas de calidad, una de antaño y otra más reciente, que me renté Pulp Fiction y Reservoir Dogs y estoy enamorado con el mundo del cine ahora.
Goodfellas y Casino las dos de Martin Scorsese, calidad certificada.
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