martes, 27 de junio de 2017

Wonder Woman



Título Original Wonder Woman (2017)
Directora Patty Jenkins
Guión Allan Heinberg, Zack Snyder, Jason Fuchs, basado en el personaje de DC Comics creado por William Moulton Marston
Reparto Gal Gadot, Chris Pine, Robin Wright, Connie Nielsen, David Thewlis, Elena Anaya, Lucy Davis, Danny Huston, Ewen Bremner, Samantha Jo, Saïd Taghmaoui, Lisa Loven Kongsli, Florence Kasumba, Mayling Ng, Emily Carey, Doutzen Kroes




Pocos seguidores del celuloide basado en superhéroes del mundo del cómic pueden negar que mientras Marvel Studios lleva casi una década construyendo con tanta profesionalidad como espíritu conservador un “universo cinematográfico” cohesionado que funciona a pleno rendimiento sacrificando, eso sí, por el camino casi cualquier atisbo de inventiva u originalidad DC Entertainment y Warner Bros no están consiguiendo el mismo efecto con su microcosmos audiovisual inspirado en los cómics de la “Distinguida Competencia”. Desde que Christopher Nolan terminara su “wagneriana” trilogía sobre Batman la productora estadounidense y la división cinematográfica de DC han ejecutado tres proyectos que aunque no funcionaron mal en taquilla fueron recibidos por crítica y público con una enconada división de opiniones en el mejor de los casos y bastante recelo en el peor de ellos. El Hombre de Acero, Batman vs. Superman: El Amanecer de la Justicia y Escuadrón Suicida fueron ideadas con Warner Bros poniendo toda la carne en el asador (campañas publicitarias desmedidas, repartos con estrellas de primera línea, diseños de producción brutales) para llegar al mayor público posible mientras trataban de crear a marchas forzadas su “DC Extended Universe” que carecía de la solidez del respaldado por Kevin Feige dentro de la Casa de las Ideas. Mientras las entregas de Marvel Studios se llevaban los parabienes de crítica y público a las de DC Entertainment les tocaba driblar con comentarios poco halagadores, unas veces justificados y otras no tanto, confirmando que todavía quedaba duro trabajo por hacer para que las aventuras de Batman, Superman y el resto de personajes en las viñetas recibieran las contrapartidas en imagen real que merecían.



En Batman vs. Superman: El Amanecer de la Justicia, la que supuso la tercera incursión cinematográfica del cineasta norteamericano Zack Snyder en el universo cinematográfico basado en DC Comics, además de la inesperadamente efectiva interpretación de Ben Affleck como Batman/Bruce Wayne y algunas secuencias potentemente ejecutadas (ese sueño protagonizado por el Caballero Oscuro) destacó notablemente el trabajo que la actriz israelí Gal Gadot realizó dando vida a Wonder Woman, el personaje femeníno más icónico y relevante de DC Cómics. No eran muchos sus minutos en el metraje pero la intérprete de la saga Fast & Furious supo acallar con su entrega las voces de aquellos que afirmaron que su elección para dar vida a Diana Prince era un flagrante error de casting. Su elegancia, presencia física y entrega en las secuencias de acción acontecidas en el hiperbólico clímax final del film protagonizado por el Hombre del Mañana y el Guardián de Gotham dejaban claro que la Wonder Woman del DC Extended Universe era todo un hallazgo y que en su interior atesoraba el suficiente potencial para convertirse en la traslación a imagen real de la mítica heróina que lleva más de 75 años marcando a fuego su impronta en el mundo del arte secuencial a manos de autores tan relevantes como George Pérez, Phil Jimenez, Brian Azzarello o Greg Rucka.




Lo cierto es que Warner Bros y DC Entertainment se la jugaban al todo o nada con Wonder Woman y noticias como el abandono de Michelle McLaren, la primera directora designada para realizar el largometraje, por las siempre socorridas “diferencias creativas” no invitaban a ser muy optimistas con respecto al adecuado desarrollo del proyecto. Pero como afirmamos los productores una vez más no escatimaron gastos a la hora de reunir un reparto con secundarios de primer nombre como Chris Pine (Star Trek: Más Allá), Connie Nielsen (Gladiator), Robin Wright (House of Cards), Danny Huston (X-Men Orígenes: Lobezno), Elena Anaya (Van Helsing) o David Thewlis (El Teorema Zero) un trío de guionistas formado por Allan Heinberg, Jason Fuchs y el habitual de la casa Zack Snyder y una nueva directora como Patty Jenkins, que dio sus primeros pasos en círculos del cine independiente con aquella Monster que regaló el Oscar a una camaleónica Charlize Theron y se curtió en el mundo de la televisión dirigiendo episodios para series como Entourage, The Killing o Betrayal. El resultado a estas alturas es por todos conocido, Wonder Woman fue magníficamente recibida el 2 de Junio de su estreno internacional por público y prensa especializada convirtiéndose bien pronto en un éxito de taquilla y en palabras de no pocos espectadores en la mejor cinta del microcosmos cinematográfico de DC. Nosotros ya hemos podido ver la película y a continuación vamos a ofrecer qué nos ha parecido la primera incursión en solitario de Diana Prince en el mundo del séptimo arte.




Con Wonder Woman DC Entertainment y Warner Bros han logrado todo aquello que se plantearon por primera vez en El Hombre de Acero y que desde entonces no habían conseguido adecuadamente en ninguno de sus proyectos, ofrecer una producción lo suficientemente redonda para servir como estandarte del DC Extended Universe cinematográfico que querían diseñar para que los personajes más icónicos de la editorial norteamericana pudieran interactuar entre ellos en pantalla grande. Un tono solemne y más oscuro que el de las viñetas, cierto poso dramático que incidía en temas más profundos a la hora de escribir sus historias y una acción desmedida son algunas de las señas de identidad de microcosmos ficticio de DC dentro del séptimo arte y tras dos oportunidades no del todo logradas en Escuadrón Suicida decidieron dejar de lado varias de ellas con la intención de tomar un cariz más ligero que se aproximara a algunas de las producciones de Marvel Studios con unos resultados que a pocos agradaron. Wonder Woman consigue todo eso y más, ser una película de superhéroes bien ejecutada en todos su apartados, reflexionar sobre temas como la guerra, la posible naturaleza maligna del ser humano, la venganza o el amor y dosificar con medida sabiduría las escenas más dinámicas de la trama para que estas desarrollen la misma sin transformarse en hipertróficas coreografías de caos y destrucción totalmente descontroladas como algunas de las que encontrábamos en los dos films dirigidos por el cineasta Zack Snyder y que normalmente jugaban en contra de las historias protagonizadas por Batman o Superman.




Es como si Patty Jenkins hubiera llegado para poner orden y racionalidad a la puesta en escena que Zack Snyder insufló a los largometrajes de DC. La directora de Monster en ningún momento elude la estética y la realización que el director de Watchmen o 300 utilizó en sus dos incursiones fílmicas, pero sí sabe dosificarla, medir los tiempos y ser intimista cuando los personajes lo exigen o espectacular cuando la acción lo demanda. Aquí tenemos los ralentís, los planos detalle, las batallas épicas que el autor de la próxima cinta de la Liga de la Justicia Americana utilizó en El Hombre de Acero y Batman v. Superman: El Amanecer de la Justicia, pero donde Snyder apelaba al desenfreno en pos de la espectacularidad Jenkins calibra y mide con oficio y no pierde en ningún momento el control de los mandos. Desde el arranque en la Isla de Themiscyra con el entrenamiento de las amazonas y la infancia de Diana el espectador percibe que la puesta en escena de las producciones DC han mejorado en no pocos aspectos, como si cayendo en la referencia fácil hubiera sido necesaria una “personalidad femenina” para bajar el acelerador de testosterona desenfrenada que Zack Snyder no paraba de pisar durante su labor como cineasta y que David Ayer sólo redujo minimamemnte en su cinta protagonizada por Deadshot, Harley Quinn o el Joker. Pero que nadie se lleve a engaño, la medida distribución de las escenas de acción en Wonder Woman es uno de sus mayores hallazgos ya que una vez estas copan el protagonismo de la trama central la cinta ofrece lo mejor de sí misma. Sirva como ejemplo esa primera incursión en el frente por parte de la protagonista que se expone en pantalla como una de las mejores secuencias técnicas de lo que llevamos de 2017 dentro del cine adscrito a las superproducciones hollywodienses.




Por otro lado también acierta el guión de Allan Heinberg, Zack Snyder y Jason Fuchs a la hora de lanzar su discurso antibelicista personalizado en la misma Diana Prince. Desde el mismo arranque del film el mensaje que vertebrará la obra es que la guerra no engrandece a nadie y que no hay que anhelarla en manera alguna, lo escuchamos en boca de Hipólita (Connie Nielsen) la madre de Diana, Reina de las Amazonas, y dicha sentencia tomará más entidad que nunca cuando la protagonista se implique directamente en la Primera Guerra Mundial por mediación del personaje Steve Trevor (Chris Pine) y su misión para detener a la dupla formada por el General Erich Ludendorff (Danny Huston) y la Doctora Poison (Elena Anaya). Este contexto sirve, por un lado, para incluir una distendida subtrama con apuntes de comedia gracias al choque cultural que sufre Diana cuando comienza a codearse con los seres humanos y sus conductas sociales, pero sobre todo para abordar cuán extraño se antoja para una semidiosa hija de Zeus que los hombres que inician las guerras no vayan frente a luchar con sus subordinados dando incluso la vida por ellos. La miseria, los daños colaterales, el dolor y los estragos de los conflictos bélicos son inteligentemente usados en el guión para plantear los dilemas éticos y morales de Diana a la hora de implicarse personalmente en nuestro planeta debatiéndose si el hombre es un ser maligno por naturaleza o si Ares, Dios de la Guerra y enemigo jurado de las amazonas, es el verdadero instigador de tan terribles actos.




Wonder Woman confirma lo que Batman v. Superman: El Amanecer de la Justicia nos dejó vislumbrar, que Gal Gadot ha sido un acierto mayúsculo a la hora de ser elegida para dar vida a Diana Prince. La actriz israelí ya dio notables muestras de lo bien que se mimetizaba con el personaje creado por William Moulton Marston en 1941 robando a Henry Cavill y Ben Affleck casi todas las escenas que compartía con ellos en el largometraje de Zack Snyder. La película de Patty Jenkins sirve para que la intérprete haga suya la criatura de las viñetas con una acertada mezcla de determinación cuando debe entrar en combate e inocencia al descubrir a los humanos y sentimientos tan ajenos a su personalidad como el amor o la amistad. Entregada en las escenas de lucha, encantadora en las sentimentales y tierna en las que se entregan a la comicidad la intérprete de Criminal o Triple 9 pasa con nota la dura labor de sustentar sobre sus hombros una película que no sólo sirve para encarrilar el tren desbocado que era el universo cinematográfico de DC, sino también para dar una lección a aquellos que opinan que el de los superhéroes no es un mundo tanto para hombres como para mujeres. Le da bien la réplica un Chris Pine más esforzado que nunca y unas excelentes Connie Nielsen y Robin Wright como las hermanas Hipólita y Antíope, pero el resto del reparto se adscribe a uno de los defectos más destacados del cine actual inspirado en personajes de cómics como son los estereotipos (los Sameer, Charlie y Etta de Saïd Taghmaoui, Ewen Bremner y Lucy Davis respectivamente, que no dejan de ser vías de escape humorísticas) y los villanos poco perfilados (Ludendorff, Poison, apenas esbozados en el libreto) que encuentran su mejor valedor en ese Ares que aunque interactúa bien con Diana no está muy logrado más allá de su imponente presencia física.




Varios motivos pueden ser los que han hecho de Wonder Woman no sólo la mejor película superheróica del año, sino también la, con diferencia, más lograda del DC Extended Universe. La total implicación del guionista Geoff Johns como consultor creativo en las producciones de Warner Bros protagonizadas por los héroes de la editorial estadounidense, un guión mejor estructurado sin necesidad de revolucionar el género (de hecho la construcción narrativa del film es muy parecida a la de Capitán América: El Primer Vengador) o la elección de una directora que apela a lemas como “menos es más” o “la potecia sin control no sirve de nada”. A ciencia cierta nada podemos afirmar, pero de lo que sí podemos estar seguros es de que Diana Prince ha llegado para salvar a DC y su microcosmos en celuloide con una cinta de cine comercial ejemplar a la que pocos fallos se le pueden sacar más allá de algunos efectos digitales en ocasiones no del todo logrados o la necesidad de haber perfilado con más dedicación a ciertos personajes secundarios. Esperemos que DC Entertainment y Warner Bros no desaprovechen la enorme oportunidad que Wonder Woman les ofrece para empezar a dar consistencia y solidez a su porvenir cinematográfico con una excelente labor que ya ha sido recompensada con la confirmación de una secuela de nuevo con Gal Gadot como protagonista y Patty Jenkins detrás de la cámara. Sólo el tiempo nos dirá si esa Justice League que Zack Snyder ha tenido que abandonar por problemas personales en favor de Joss Whedon y otras piezas como la Batgirl de este último o el Aquaman de Jason Momoa y James Wan ofrecen a DC la profesionalidad, eficacia y fruición que dichos personajes en papel llevan décadas mereciendo.


1 comentario:

  1. Crítica publicada originalmente en la web Zona Negativa

    http://www.zonanegativa.com/zncine-critica-de-wonder-woman-de-patty-jenkins/

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