viernes, 8 de julio de 2011

Transformers 3: La Cara Oscura de la Luna



Título Original Transformers: Dark of the Moon (2011)
Director Michael Bay Guión Ehren Kruger
Actores Shia LaBeouf, Rosie Huntington.-Whiteley, John Malkovich, Josh Duhamel, Patrick Dempsey, John Turturro, Frances McDormand, Keon Jeong, Peter Cullen, Alan Tudyk, Tyrese Gibson, Kevin Dunn, Lester Speight




En el año 2007 tras años de especulaciones, cambios de director y una larga pre producción, Steven Spielberg como productor y el inefable Michael Bay detrás de las cámaras dieron forma a la primera adaptación en imagen real (es un decir) de los famosos juguetes de Hasbro, Transformers, que dieron el pelotazo en los 80 creando un legado lleno de series de TV animadas con secuelas y remakes, cómics y sobre todo figuras de acción, que también formaron parte de la vida de un servidor en su más tierna infancia.




Transformers más que una adaptación de los famosos juguetes convertibles era una película 100% Michael Bay. Un agradable, entretenido, tonto y cargado espectaculo pirotécnico lleno de tanta acción y diversión como de vacuidad y poca trascendencia. Es decir, la obra se presentaba como un producto hijo de su director. Patriotismo recalcitrante, humor de dudoso gusto y mucha acción descontrolada llena de floritura visual de poco calado y mucho ruido para atronar a un espectador que o se implica y disfruta de la velada o sale asqueado de la misma.




Dos años después llegó la secuela, que se adentró en una mediocridad alarmantemente pronunciada por apelar a una exageración de todas las características de la primera entrega. La acción se hiperbolizó considerablemente, lo cual no era demasiado malo. Bay enfatizó lo que funcionó anteriormente y metió más Transformers y de mayor tamaño. El problema vino cuando quiso dar más protagonismo a ese tipo de comedia que sólo se apuntaba en el primer film y que aquí ocupaba la mitad de un metraje que se veía invadido por una sarta de chistes sin gracia que ya no sólo implicaban a los seres humanos que trababan amistad con los robots alienígenas, sino que se extendía a estos últimos llegando a momentos de vergüenza ajena como en la secuencia en la que Bumblebee orinaba por el salpicadero. Sin comentarios.




En esta tercera parte el tandem Spielberg/Bay ha tomado nota y ha dejado de lado ese humor que no funcionaba y cuya presencia en esta entrega es más puntual, aunque no escaso. Por otro lado, una vez más la acción brutalmente aparatosa y exagerada aumenta de una manera desproporcionada, devorando los tres últimos cuartos de hora de la producción que se convierte en una bacanal de efectos digitales que emulan aparatosas criaturas mecánicas cuya presencia y actos no parecen tener fin y llegan a saturar a un espectador que en ocasiones cree estar asistiendo más a la interminable y muy trabajada intro de un videojuego que a un largometraje cinematográfico.



Transformers 3 mejora con respecto a la segunda entrega, pero aún está a años luz de la entretenida y no tan exagerada primera parte. Bay trata de comenzar su producto con una estilo distinto, más serio y es en gran parte un acierto esa recreación de la América de finales de los 60 pendiente de aquel primer viaje a la luna por parte de la NASA. Poco después en unas pinceladas el director y el guionista Ehren Kruger ponen las cartas sobre la mesa. Nos muestran el estado actual de los personajes principales de la saga. Se quitan algunos de en medio como una Megan Fox a la que le sueltan un par de aguijonazos envenenados, sustituida la misma por un clon suyo pero con el pelo rubio llamado Rosie Huntington.-Whiteley que hace lo mismo que aquella, ser un bonito florero. Ponen a otros en escena como una Frances MacDormand que encuentra complicidad coeniana con el rol de John Turturro, un Alan Tudyk memorablemente pasado de rosca o un John Malkovich pasándoselo en grande haciendo el payaso. Con todo este menú empujan como pueden el desarrollo de la casi inexistente y manida trama para que la historia avance.




Por lo demás tenemos lo de siempre. Una nimia excusa narrativa para que todo desemboque en una batalla mastodóntica entre Autobots y Decepticons. La primera aparición (muy desangelada) de uno de mis Transformers favorito (Shockwave, con una horrible lombriz mecánica de acompañante digna de un planeta Arrakis mecanizado). Una trama previsible y mal hilada. Una historia de amor incosistente. Un humor que unas veces funciona y otras no y un Patrick Dempsey al que su papel le va como el culo, a pesar de que el tipo se esfuerza y va elegante.




Por el camino tenemos algunas de las más logradas escenas de la carrera de Bay (la de los saltadores desde el rascacielos) o lo que viene a ser lo mismo, planos de una considerable potencia visual al servicio de la más grande de las vacuidades. Homenajes a papá Spielberg o a producciones suyas (Gremlins, La Guerra de los Mundos, Minority Report) agobiante exaltación de todo ambiente castrense y una saturación de efectos digitales tan bien acabados como innecesarios. Todo esto extendido en un metraje innecesariamente alargado y una estética en los Transformers que poco tiene que ver con la de los juguetes originales, que destacaban por su sencillez formal y sus colores primarios, aunque estos son dos males que sufre toda la saga desde su inicio. No creo que ver a enormes máquinas que parecen hechas con papel de aluminio darse de tollinas por una excusa insostenible merezca algo más de 100 minutos de metraje.




Una secuela que ya ni se centra en llevar a los personajes de los 80 al cine. Su única misión es seguir amasando millones para atraer a más gente a las salas y con ello afianzarse una cuarta entrega que en poco más de dos años volverá a asaltar nuestras carteleras. Por último decir que cuando un servidor vio los primeros 5 minutos de la cinta pensó que no se había hecho un uso del formato 3D tan genial desde Avatar. El resto de metraje me mostró cuan equivocado estaba y me confirmó que salvo contadas excepciones lo de las gafitas es sólo una excusa para reducir (dentro de lo posible) las grabaciones furtivas en las salas que posteriormente se cuelgan en la red y sacarnos más dinero en la taquilla. Larga vida a Hollywood.


2 comentarios:

  1. OFF-TOPIC: estoy haciendo un especial de batman en mi blog (en el que, por cierto, he re-analizado el comic silencio) donde hare critica de todas las peliculas sobre batman, ademas de la serie animada noventera, entre otras cosas. te invito a unirte para opinar sobre lo que vaya publicando, ahora que acaba de empenzar. espero que te resulte interesante este proyecto que durara varias semanas: http://menudafrikada.blogspot.com/

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  2. Pues sí me interesa, ya me pasaré a comentar algo y yo me he comprado hoy también la edición definitiva de Batman Silencio, que le tenía ganas.

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