Título Original: Escape From L.A (1996)
Director: John Carpenter
Guión: Debra Hill, Kurt Russell & John Carpenter
Actores: Kurt Russell, Stacy Keach, Steve Buscemi, Peter Fonda, Georges Corraface, Pam Grier, Cliff Robertson, Bruce Campbell, Valeria Golino, Michelle Forbes, A.J. Langer
A mediados de la década de los 90 el director John Carpenter, la productora Debra Hill y el actor Kurt Russell, decidieron que era el momento de hacer volver al célebre Snake Plissken y los tres se pusieron manos a la obra con un guión que sería la base de una secuela de la célebre 1997, Rescate en new York (Escape From New York). Su título fue 2013, Rescate en L.A (Escape From L.A) y a diferencia de su predecesora no fue ningún éxito de taquilla y la crítica la recibió con cierta tibieza.
Escape from L.A llegó en el momento perfecto a la filmografía de John Carpenter. Desde principios de los 90 el americano estaba en una etapa extraña de su carrera. Moviéndose entre proyectos correctos pero despersonalizados como Memorias de un Hombre Invisible y trabajos con cierta pátina de solemnidad que perdían parte de su ironía como narrador, aunque eran grandes films. Como el dignísimo remake de El Pueblo de los Malditos o la excelente y muy reivindicable En la Boca del miedo (In the Mouth of Darkness). El regreso de Snake Plissken volvió a poner en la palestra al Carpenter juguetón y crítico.
2013, Rescate en L.A más que una secuela de 1997, Rescate en New York es un remake de la misma. No sólo porque tenga practicamente la misma estructura, es que Carpenter con cierto descaro y bastante nostalgia en ocasiones copia plano por plano los pasajes que se vieron en la anterior producción de 1981. En lo que sí se distingue esta entrega de la anterior es que se enfatiza bestialmente el espíritu ya de por sí satírico y crítico que destilaba Escape From New York, llegando en ocasiones a la caricatura. Característica que desde mi punto de vista no tiene nada de malo.
Toda la ironía de la anterior parte se agudiza. El presidente del gobierno no es un cobarde rastrero, es directamente un parricida al que poco le importa vida de su hija, a la que da vida una A.J Langer encantadora y con aire a Patty Hearst. El revolucionario comunista, que borda un George Corraface pasado de rosca, es un émulo satírico y exagerado de el Che Guevara (¿ecos de Topaz de Hitchcok?). La sociedad autárquica de la anterior entrega aquí parece un enorme Gran Hermano militarizado en el que se tortura a los enfermos mentales y los presos en las cárceles. También hay un pullazo a la obsesión por la cirugía plástica que tienen los habitantes de la ciudad californiana que da título al film, con cameo de un irreconocible Bruce Campbell.
Las similitudes con el anterior films son tantas que Carpenter no se olvida de hacer referencias a cintas de corte deportivo. Si en Escape From New York homenajeaba al cine sobre wrestling aquí lo hace con el de baloncesto y el de surf, con la magistral escena con Peter Fonda que se mueve entro lo genial y lo ridículo en la misma medida. Incluso volvemos a tener ecos y deudas con el blaxploitation setentero, pero esta vez no con la presencia de Isaac Hayes, sino con la aparición de una Pam Grier que empezaba a recuperar una carrera que tendría su resurrección oficial y definitiva gracias a Quentin Tarantino en la soberbia Jackie Brown.
El inolvidable Snake Plissken en líneas generales sigue siendo el mismo tipo de personaje enraizado en el western mestizo, de métodos expeditivos, voz siseante y porte engreido. Esta vez, como el conjunto del film en sí, el personaje de Kurt Russell es más irónico y dado a un humor más remarcado y algo forzado, pero desde mi punto de vista tal carácter funciona bastante bien. El actor conserva la presencia física quince años después de la primera película y se le agradece, por no decir que tiene algunos momentos memorables que se muestran fácilmente como lo mejor de la velada.
2013, Rescate en L.A no sólo me parece una dignísima secuela/remake de 1997, Rescate en New York, también supuso, gracias a la recuperación del John Carpenter chulesco e irónico, el primer paso para que el americano hiciera, sólo tres años después, su gran última obra hasta la fecha, Vampiros. Yo aún espero que el director y Kurt Russell cierren la trilogía antes de que el actor envejezca más o John la palme por su cáncer de piel, aunque la ausencia de Debra Hill se hará notar. De todas formas siempre podremos revisitar las dos aventuras fílmicas de Snake Plissken. Ese outsider americano de pura cepa que no se arrodillaba ante nadie, si no sacaba algún beneficio por ello, claro está.
Escape from L.A llegó en el momento perfecto a la filmografía de John Carpenter. Desde principios de los 90 el americano estaba en una etapa extraña de su carrera. Moviéndose entre proyectos correctos pero despersonalizados como Memorias de un Hombre Invisible y trabajos con cierta pátina de solemnidad que perdían parte de su ironía como narrador, aunque eran grandes films. Como el dignísimo remake de El Pueblo de los Malditos o la excelente y muy reivindicable En la Boca del miedo (In the Mouth of Darkness). El regreso de Snake Plissken volvió a poner en la palestra al Carpenter juguetón y crítico.
2013, Rescate en L.A más que una secuela de 1997, Rescate en New York es un remake de la misma. No sólo porque tenga practicamente la misma estructura, es que Carpenter con cierto descaro y bastante nostalgia en ocasiones copia plano por plano los pasajes que se vieron en la anterior producción de 1981. En lo que sí se distingue esta entrega de la anterior es que se enfatiza bestialmente el espíritu ya de por sí satírico y crítico que destilaba Escape From New York, llegando en ocasiones a la caricatura. Característica que desde mi punto de vista no tiene nada de malo.
Toda la ironía de la anterior parte se agudiza. El presidente del gobierno no es un cobarde rastrero, es directamente un parricida al que poco le importa vida de su hija, a la que da vida una A.J Langer encantadora y con aire a Patty Hearst. El revolucionario comunista, que borda un George Corraface pasado de rosca, es un émulo satírico y exagerado de el Che Guevara (¿ecos de Topaz de Hitchcok?). La sociedad autárquica de la anterior entrega aquí parece un enorme Gran Hermano militarizado en el que se tortura a los enfermos mentales y los presos en las cárceles. También hay un pullazo a la obsesión por la cirugía plástica que tienen los habitantes de la ciudad californiana que da título al film, con cameo de un irreconocible Bruce Campbell.
Las similitudes con el anterior films son tantas que Carpenter no se olvida de hacer referencias a cintas de corte deportivo. Si en Escape From New York homenajeaba al cine sobre wrestling aquí lo hace con el de baloncesto y el de surf, con la magistral escena con Peter Fonda que se mueve entro lo genial y lo ridículo en la misma medida. Incluso volvemos a tener ecos y deudas con el blaxploitation setentero, pero esta vez no con la presencia de Isaac Hayes, sino con la aparición de una Pam Grier que empezaba a recuperar una carrera que tendría su resurrección oficial y definitiva gracias a Quentin Tarantino en la soberbia Jackie Brown.
El inolvidable Snake Plissken en líneas generales sigue siendo el mismo tipo de personaje enraizado en el western mestizo, de métodos expeditivos, voz siseante y porte engreido. Esta vez, como el conjunto del film en sí, el personaje de Kurt Russell es más irónico y dado a un humor más remarcado y algo forzado, pero desde mi punto de vista tal carácter funciona bastante bien. El actor conserva la presencia física quince años después de la primera película y se le agradece, por no decir que tiene algunos momentos memorables que se muestran fácilmente como lo mejor de la velada.
2013, Rescate en L.A no sólo me parece una dignísima secuela/remake de 1997, Rescate en New York, también supuso, gracias a la recuperación del John Carpenter chulesco e irónico, el primer paso para que el americano hiciera, sólo tres años después, su gran última obra hasta la fecha, Vampiros. Yo aún espero que el director y Kurt Russell cierren la trilogía antes de que el actor envejezca más o John la palme por su cáncer de piel, aunque la ausencia de Debra Hill se hará notar. De todas formas siempre podremos revisitar las dos aventuras fílmicas de Snake Plissken. Ese outsider americano de pura cepa que no se arrodillaba ante nadie, si no sacaba algún beneficio por ello, claro está.
Ninguna mención a Buscemi... Mal, mal... Por poco que salga, este hombre siempre acapara la atención y algún que otro halago.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que su papel de Eddie Mapa de las Estrellas es genial, pero también hubiera sido de recibo entonces mencionar a Cliff Robertson, Stacey Keach y una apetecible Valeria Golino. Pero es cierto que se sale y es un actorazo haga lo que haga el Buscemi.
ResponderEliminarAhora soy incapaz de recordar a Stacy Keach en 2013. Anonadado me he quedado a su mención, oiga.
ResponderEliminarHace el papel del militar que recluta y chantajea a Plissken en el film junto a otra mujer soldado. Sale junto a Kurt Russell en la primera imagen que adjunto y su papel vendría a ocupar el rol del de Lee Van Cleef en la primera parte.
ResponderEliminarAaaah, ahora me acuerdo (y si hubiese prestado atención a las fotos, lo habría hecho antes). Muy grande Keach también, sí señor, hasta en telefilms de camioneros sedientos de venganza paterna.
ResponderEliminarGracias por la aclaración, hombre.
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