viernes, 12 de octubre de 2018

Life, el séptimo pasajero



Título Original Life (2017)
Director Daniel Espinosa
Guión Rhett Reese y Paul Wernick
Reparto Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson, Ryan Reynolds, Hiroyuki Sanada, Ariyon Bakare, Olga Dykhovichnaya.




Desde hace unos años el cine localizado en el espacio exterior y protagonizado por astronautas está conociendo un interesante resurgir dentro de Hollywood gracias a nuevas propuestas de distinto y variopinto pelaje. Moon, Gravity, Interestelar, Marte o la próxima First Man dan muestra de la buena salud de dicho subgénero. Una obra como Life podría pasar a engrosar la lista formada por los largometrajes ya mencionados, pero a diferencia de ellos se entrega a una narrativa más cercana la ciencia ficción terrorífica, como le pasaba a su coetanea The Cloverfield Paradox, controvertida tercera entrega de la franquicia ideada por J.J. Abrams, tomando como referente antes Alien: El Octavo Pasajero (1979) que 2001: Una Odisea del Espacio (1968). La producción que nos ocupa supone una extraña amalgama colaborativa entre profesionales delante y detrás de las cámaras. Para su dirección se contrataron los servicios del director sueco de origen chileno Daniel Espinosa (El Invitado), con respecto al guión sus responsables son Rhett Reese y Paul Wernick (Deadpool 1 y 2, Bienvenidos a Zombieland) y el reparto está formado por Jake Gyllenhaal (Brokeback Mountain), Rebecca Ferguson (Misión Iposible: Fall Out) y Ryan Reynolds (Buried), Hiroyuki Sanada (Lobezno Inmortal), Olga Dykhovichnaya (Weekend) o Ariyon Bakare (Rogue One: Una Historia de Star Wars). Recibida de manera tibia por la crítica y con algo más de entusiasmo por el público Life hubiera pasado al olvido a día de hoy si no fuera por la leyenda urbana creada a su alrededor y a la que volveremos un poco más tarde.




Life obedece a un intento por amalgamar dos de los productos previamente mencionados en una sola película. Por un lado la obra maestra de Ridley Scott con la presencia de una letal forma de vida extraterrestre con la misión de ir eliminando a todos los tripulantes de la estacióm espacial en la que tiene lugar la acción y por otro el celebrado film de Alfonso Cuarón asemejándose a él por medio de unas muy competentes secuencias técnicas. De hecho Life se refleja tanto en Gravity que Daniel Espinosa no duda en abrir su obra con un enorme y elaborado plano secuencia, muy inferior al ejecutado por el cineasta mexicano en su film, pero bastante destacable en varios aspectos. Ese arranque marcará el devenir de la puesta en escena por parte del sueco, demostrando una profesional encomiable a la hora de abordar un proyecto de unas dimensiones considerables si lo comparamos con sus trabajos anteriores y que él acomete por medio de un look visual y un control del tempo narrativo del todo competente consiguiendo transmitir la sensación de aislamiento experimentada por el grupo de personajes y la continua amenaza que supone la presencia de Calvin, la criatura alienígena que asedia y da caza a la tripulación de la Estación Espacial Internacional.




Del guión se ocupan Rhett Reese y Paul Wernick, los héroes detrás las dos entregas de Deadpool y Bienvenidos Zombieland (de la secuela de esta también se ocuparán próximamente) demostrando aquí saber adaptarse a historias más propensas a la seriedad y el dramatismo. La escritura de Life no inventa nada, transita lugares comunes reconocibles para cualquier fan del género y no depara casi ninguna sorpresa a la platea. Pero está planteada con decencia y un fluir argumental muy digno, sabiendo dosificar los pasajes de más tensión con los imperados por la calma y el devenir de acontecimientos responsables de impulsar la trama de cara su adecuado desarrollo. Si quisiéramos destacar un problema grave de escritura ese sería uno casi convertido en un mal endémico en este tipo de producciones propensas a dejar un tanto de lado el realismo y abrazar la sci-fi ligera, y es el más bien pobre perfil de los personajes principales. No podemos hablar de roles insulsos sólamente localizados en la trama para ejercer de carne de cañón de la criatura agresora, porque hay una intencionalidad de dar personalidad definida a cada uno de los astronautas, pero la mayoría de ellos quedan en simples esbozos cuyo único logro es humanizarlos para apelar a la empatía del espectador.




En lo referido al reparto tenemos a un grupo de actores haciendo con impoluta profesionalidad su trabajo teniendo que exprimir a fondo unos personajes que, como ya hemos apuntado, no se revelan precisamente como un dechado de tridimensionalidad psicológica. El sexteto de intérpretes se aferra a las ínfimas pinceladas añadidas por el guión para diseñar la personalidad de sus criaturas y todos consiguen protagonizar alguna escena memorable con altas dosis de dramatismo debido a la situación extrema en la que se ven implicados. Con todo son los dos protagonistas, Jake Gyllenhaal y Rebecca Ferguson, los que más provecho sacan a la hora de perfilar sus caracteres gracias a la relación sentimental mantenida por ambos, permitiéndoles esta interactuar en pasajes más íntimos transformándolos en individuos cercanos y reconocibles desde una perspectiva emocional. Con esto no afirmamos, ni mucho menos, que el resto del cast no haya hecho los deberes, ya que la osadía de Ryan Reynolds, la gelidez de Olga Dykhovichnaya, la austeridad de Hiroyuki Sanada y la determinación Ariyon Bakare confirman el buen hacer del equipo artístico de Life, entregado en todo momento a la causa aún sabiéndose parte de un producto tan ligero como intrascendente.





Life se deja ver con agrado, llega incluso a llamar la atención con alguno de sus pasajes, pero su nula originalidad y escasa pretensión la convierten en un producto tan fácil de digerir como olvidable. Curiosamente ya antes de su estreno comenzaron las especulaciones afirmando que todo había sido una atípica maniobra de marketing por parte de Sony para realizar un largometraje que sirviera de origen al futuro proyecto de adaptar el personaje de Venom a la pantalla grande con Tom Hardy de protagonista. Todo comenzó cuando en uno de los trailers de Life incluyeron una breve escena de Spider-Man 3, cinta que supuso el debut audiovisual del personaje. Los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick, por aquel entonces encargados de escribir el guión de Venom (algo que no llegó a suceder), haciendo honor a su fama de cachondos mentales se tomaron a coña el asunto y no confirmaron ni desmintieron nada. Una vez vista Venom podemos confirmar que realmente no hay un vínculo con la producción que nos ocupa, pero a un servidor le gustó tanto la idea como para depositar mi fe ciega en ella. Por desgracia el tema de si Life es, o no, una precuela de Venom queda en segundo lugar una vez hemos podido degustar la última adaptación cinematográfica de un personaje nacido en el seno de la Casa de las Ideas.



1 comentario:

  1. Reseña publicada originalmente en la web Zona Negativa.

    https://www.zonanegativa.com/zncine-critica-de-venom-de-ruben-fleischer/

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