miércoles, 14 de septiembre de 2011

No Controles, with a little help from my friends




Título Original No Controles (2010)
Director Borja Cobeaga
Guión Diego San José y Borja Cobeaga
Actores Unáx Ugalde, Julián López, Alexandra Jiménez, Secun de la Rosa, Mariam Hernández, Mariví Bilbao, Ramón Barea, Miguel Ángel Muñoz




No Controles supone el segundo largometraje detrás de las cámaras del guionista y director vasco Borja Cobeaga que debutara en la realización cinematográfica hace dos años con la entrañable Pagafantas. Curtido en el mundo de la televisión con el genial programa Vaya Semanita de la televisión de Euskadi, Cobeaga es una de las caras visibles de ese nuevo cine español que aunque sólo ha dado unos pocos primeros pasos tiene por delante un interesante futuro con autores como Nacho Vigalondo (Los Cronocrímenes) o Koldo Serra (Bosque de Sombras), socios fundadores todos ellos de la productora Arsénico P.C




No Controles tiene un punto de partida de comedia clásica y atemporal, sin importar la procedencia de la misma o su época. Sergio debe aprovechar que está aislado en un hotel de carretera durante la Nochevieja del 2010 para recuperar a la que fue su novia, Bea. Para que tan vital empresa llegue a buen puerto recibira (sin solicitarla en ningún momento) la estrafalaria ayuda de un amigo de la infancia al que hacía años que no veía, Juan Carlos o Juancarlitros para los ¿amigos?, un acoplado recién divorciado que viene de Punta Cana y Jimmy, un adorable empleado ecuatoriano del hotel en el que se hospedan.




Cobeaga va depurando su estilo y si bien es cierto que no inventa nada y que transita caminos mil veces andados se le nota una considerable profesionalidad a la hora de construir sitaciones cómicas, elementos disparatados que incitan a un humor muy bien planteado y hasta verdadera pericia en las escenas íntimistas o trascendentes, dominado con sensatez las relaciones de pareja con pequeños detalles (adivinar una canción tocada en un piano) para hacer que la interacción de sus personajes principales sea creíble e identificativa para el espectador.




En más de un momento de metraje del fim viene Billy Wilder a la mente, aunque salvando las muchas distancias, como es lógico. No sólo por la concepción clasicista que tiene Cobeaga de la comedia (que ojo, también podría recordarnos a John Hughes) o por el final del film, sino también por el jacklemmonizado personaje de un Unax Ugalde muy convincente, metido en el papel y con cara de no creerse lo que le está pasando, de no saber ni donde está o de verse superado por la separación con su novia que le ha cambiado la vida en unos pocos meses, tanto como para no contárselo a su sufrido padre (grande Ramón Barea).




Lo cierto es que durante el estreno de la película a Juancarlitros lo vendieron como la gran revelación del equipo artístico del film. El personaje es divertido, tiene puntos geniales y representa a ese amigo al que no quieres tener muy cerca y que vive en un continuo bucle temporal situado en la época del colegio o el instituto, acordándose de todos aquellos momentos, compañeros y profesores que tú olvidaste pero que para él fueron parte vital de su peculiar existencia, aunque ni el mismo sea consciente de ello. Pero tampoco es una genialidad de rol, el que sí lo es, es el mismo Julián López, un actor que lleva la comedia en la sangre que borda todo tipo de interpretaciones adscritas al humor, sea este del palo que sea.



Las chicas están geniales. Porque si una Alexandra Jiménez rebosante de naturalidad (como siempre) llena la pantalla con su cara y sonrisa picarona, más difícil es no enamorarse como espectador y hombre de esa adorable Mariam Hernández dando vida a la sufrida azafata aérea que se topa con Sergio y que acaba trabando amistad con él. De los secundarios como es lógico destacar a Secun de la Rosa (genial la escena en la que habla de su "no racismo") al entrañable Alfredo Silva como Jimmy y hasta a un acertado Miguel Ángel Muñoz deliciosamente odiable u hostiable.




No Controles no es una película que lleve a la carcajada continua, pero sí incita a ella en ocasiones puntuales y te mantiene con la sonrisa en la boca durante todo su metraje. Borja Cobeaga está depurando y enriqueciendo la comedia española con profesionalidad, cariño y savia nueva, cosa que se le agradece. Ojalá salga adelante esa comedia irónica sobre la banda terrorista E.T.A genialmente titulada Fe de Etarras, porque no sólo es posible que salga de ese proyecto un buen trabajo, también puede incluso romper barreras ideológicas, por medio de pinceladas de humor, que hace tiempo que se debían de haber derribado con respecto a ese grupo de violentos que por suerte están desapareciendo poco a poco de Euskadi y del resto de España.



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