domingo, 11 de abril de 2010

Savior, en tierra de nadie


Título Original: Savior (1998)
Director: Pedrag Antonijevic
Guión: Robert Orr
Actores: Dennis Quaid, Nastassja Kinski, Natasa Ninkovic, Stellan Skarsgard, Catlin Foster, Pascal Rollin





El director americano Oliver Stone participó como soldado voluntario en la guerra de Vietnam y siempre ha comentado que cuando regresó de aquellas tierras era un hombre distinto, que descubrió que las fanfarrias y las banderas ondeadas perdían su pureza al verse salpicadas por la sangre de jóvenes inocentes que fueron a matar y morir por una causa inútil. Films suyos como los que componen su trilogía sobre el conflicto vietnamita, son muestras de las secuelas físicas y psicológicas que la guerra puede llegar a producir en los que participan en ellas.




En Savior, proyecto impulsado por el mismo Stone pero esta vez en labores de productor, de nuevo se trata de analizar tales traumas, en su vertiente más piscológica, situando la trama en la guerra de los balcanes. La intención del film es buena desde la escritura y el potencial de la historia notable, pero el resultado es muy irregular por culpa de algunos motivos que desgrano brevemente a continuación y que hacen que la cinta de Pedrag Antonijevic tenga más corazón que aplomo cinematográfico.




El film se divide en dos partes para mí diferenciadas. La primera y más sólida (en puesta en escena al menos) es la que implica la presentación del personaje de Dennis Quaid y todas las barbaridades llevadas a cabo en el conflicto servobosnio por soldados y mercenarios. Más tarde cuando entra en escena el bebé y su madre, la trama se introduce por unos derroteros dramáticos que funcionan a su manera, pero que entroncan directamente con lo que habíamos visto hasta ese momento, dando pie a un cambio brusco de género en el fondo, que no en la forma.




Esa falta de equilibrio genérico hace que la obra no sea todo lo efectiva que debiera como análisis de los estragos de la guerra (apática por culpa una dirección en general floja, de Antonijevic) no así como drama, en ese plano encuentra el film sus mejores momentos gracias al guión. Nota a parte para Dennis Quaid, un actor normalmente correcto pero incapacitado para interpretar como es debido la evolución psicológica del protagonista, que en manos de alguien más solvente hubiera sido mucho más creíble de cara al espectador.




Savior es algo más que una cinta de machos llena de testosterona o una patriotada puramente americana. Es un film que apela por los sentidos, la vida, la redención y que retrata con más acierto la crueldad humana que el salvajismo de los conflictos armados. Pudo ser una obra más redonda, pero el resultado final no es nada desdeñable y hace que el espectador piense y recapacite sobre temas de considerable importancia, cosa que no es poco en los tiempos que corren.



1 comentario:

  1. Para mi una gran pelicula,que hay momentos que se te destroza el corazon al ver las cosas que pasan en estos conflictos

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