viernes, 16 de marzo de 2012

La Resistencia de los Muertos, la posibilidad de una isla





Título Original Survival of the Dead (2009)
Director George A. Romero
Guión George A. Romero
Actores Alan Van Sprang, Kenneth Welsh, Kathleen Munroe, Athena Karkanis, Joris Jarsky, Devon Bostick, Matt Birman, Mitch Risman, Salar Maladai, Eric Woolfe





Ultima y decepcionante entrega de la segunda trilogía que el director George A. Romero ha dedicado al subgénero que él mismo creó hace casi 45 años con la seminal La Noche de los Muertos Vivientes en el ya lejano año 1968. Tras la memorable La Tierra de los Muertos Vivientes y la más floja pero aún así interesante El Diario de los Muertos esta Survival of the Dead supone un producto indigno de su autor que utiliza todas sus constantes como director pero de manera desangelada y mecánica.





En una recóndita isla un par bandos comandados por dos enemigos acérrimos chocarán cuando los muertos abandonen sus tumbas y vuelvan a la vida. Uno de los grupos defiende acabar con los zombies antes de que contagien su enfermedad al resto de la población, el otro decide dejarlos vivos y encerrados por si al cabo de un tiempo puede encontrarse una cura para la terrible afección que padecen y así volver a ser humanos. El efrentamiento se antojará inevitable.





Desgana, esa es la palabra que resume el conjunto de una obra cinematográfica como La Resistencia de los Muertos. Todo está rematado de manera anémica en la última película de George A. Romero, transmitiendo una sensación de apatía, poca implicación o aburrimiento con respecto al proyecto que hace fracasar un film que hubiera dado un cierre interesante a esta nueva trilogía que no desmerecía demasiado a la original que el director completó en los años 60, 70 y 80.





La película parece haber sido llevada a cabo con el piloto autómatico en practicamente todos sus apartados. Desde el pobre maquillaje de los muertos vivientes, hasta ese inicio descontextualizado y con prisa que hace que el film ya ampiece renqueante. Desgana hay en el retrato de personajes, que siempre han sido estereotipos cuando Romero los ha retratado, pero no hasta estos extremos de insipidez. Las repetitivas escenas gore que no sorprenden en practicamente ningún momento o los actores que acometen sus roles con más pesadumbre que otra cosa.






Lo más triste es que el film contiene esa personal característica por parte de Romero de utilizar una poco sutil pero acertada simbología social y política con la que critica ideas o conceptos actuales que a él no le agradan. Como en otras ocasiones aquí los personajes verdaderamente peligrosos son los humanos que se muestran en situaciones extremas más crueles que los mismos muertos vivientes y estos últimos sirven como una recreación de una sociedad que se descompone a pasos agigantados física y moralmente.





También añade el director de La Mitad Oscura en el grueso de la trama en esta ocasión una mirada crítica hacia las luchas territoriales entre familias dentro de la América profunda. El problema es que todo esta expuesto en pantalla por parte del guionista y director sin un ápice de inteligencia o acierto a diferencia de como lo hizo en sus dos largometrajes pretéritos o los que formaban su trilogía anterior que eran más incisivos a la hora de atacar el clasismo o el uso indebido de las altas tecnologías.




Esa apatía se percibe también en un reparto de actores que parecen estar ahí por cumplir y llevarse sus cheques. El único que inyecta en su labor un poco más de ímpetu es el canadiense Kenneth Welsh (el mítico Windom Earle de Twin Peaks) dando vida a una especie de viejo lobo de mar matazombies de vuelta de todo. El resto del casting, formado por el tío chungo, la chica de color, el hispano, el niñato sabelotodo está tan poco destacable como el mismo conjunto del producto cinematográfico.




Survival of the Dead nos da a entender que George A. Romero está acabado como cineasta o que al menos dentro del celuloide sobre muertos vivientes ya lo ha contado todo. Con la edad que tiene yo desde el cariño y la admiración que le profeso le recomendaría al director de Monkey Shines (la que sigue siendo su mejor y más completa cinta y una joya a redescubrir) la jubilación, ya que todos los que hemos disfrutado de obras como Zombie (Dawn of the Dead), El Día de los Muertos o Creepshow estamos en deuda con él y su carrera como atípico cineasta, pero antes de ponerse a cagarla y ofrecernos un testamento cinematográfico intragable mejor que se quede como está, todos se lo agradeceremos.


2 comentarios:

  1. Debe ser una mera cuestión económica, otra explicación no encuentro

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  2. Lo que pasa es tras La Tierra de los Muertos Vivientes (cinta por la que le dieron un muy buen presupuesto) Romero se envalentonó y quiso hacer una trilogía, ciertamente las dos primeras no estaban mal, la primera por ser un producto grande que supo controlar, la segunda por su formato que era atípico, pero esta tercera es innecesaria, una pena porque podía haber hecho algo bastante mejor, pero se ve que no estaba por la labor.

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