Título Original Un Prophète (2009)
Director Jacques Audiard
Guionista Abdel Raouf Dafri, Thomas Bidegain y Jacques Audiard
Actores Tahar Rahim, Niels Arestrup, Alaa Oumouzone, Adel Bencherif, Reda Kateb, Hichem Yacoubi, Jean-Philipe Ricci, Gilles Cohen, Pierre Leccia, Antoine Baisler, Foued Nassah, Jean.Emmanuel, Frederic Graziani, Leila Bekhti
Alabada y premiada cuarta cinta como director del cineasta francés Jacques Audiard que posiblmente suponga su mayor éxito cinematográfico hasta la fecha. He de admitir que no soy muy ducho en la obra del autor de Un Héroe Muy Discreto, ya que sólo he visto dos de sus films (los últimos que ha realizado concretamente) el que nos ocupa y De Latir Mi Corazón se Ha Parado, que supuso un remake de un largometraje de 1978 dirigido por James Tobak titulado Fingers (Melodía Para Un Asesinato aquí en España) y protagonizado por mi admirado Harvey Keitel. Esta revisión protagonizada por un acertado Romain Duris tenía varios puntos a favor y fuerza, pero me decepcionó en cierta manera.
Un Profeta narra la vida carcelaria de Malik, un joven de 19 años de origen árabe que debe cumplir una condena de 6 años en una prisión francesa. Ya interno deberá sobrevivir como buenamente pueda colaborando con un grupo de corsos comandado por un líder que le dará protección cuando realice un trabajo que le impondrá y que servirá para poner a prueba su lealtad. Llegado el momento su implicación con los asuntos del capo le harán ver las cosas desde un perspectiva más egoista y entonces entrará en acción.
Carcelario seco y austero, de fuerza directa y áspera, rodado, escrito e interpretado desde las entrañas con una crudeza fría que corta la respiración, Un Profeta sabe consiguer retratar la dura y descarnada vida actual en prisión mostrándola como una carrera de supervivencia en la que los débiles no tienen cabida debido a una aplicación de la selección natural darwiniana del todo despótica por medio de la fuerza y el golpear antes de ser golpeado. Todo elaborado con presteza y un acabado ejemplar.
Con un tono que recuerda en cierta manera a algunas obras de los hermanos Dardenne y con algunos puntos en común con otra cinta carcelaria que salió más o menos a la vez que ella como es Celda 211, Un Profeta llena de fiereza la pantalla con imágenes duras y violentas (la escena de la cuchilla de una construcción y posterior ejecución bestial o la del tiroteo en el coche) pero también sabe dar leves pero acertadas pinceladas de emoción reflejadas en el aniñado rostro de Malik cuando va en avión o en coche durante sus permisos penitenciarios, imágenes que confirman la versatilidad y el verismo de un actor joven pero seguro de sí mismo como Tahar Rahim.
No han tardado en hablar algunas personas de la prensa especializada de similtudes con El Padrino de Francis Ford Coppola. Yo no estoy muy de acuerdo, en todo caso veo más la fuerza del Martin Scorsese de Uno de los Nuestros (Goodfellas), cinta con la que Un Profeta comparte, en cierta manera, punto de partida y desarrollo, incluso el final es semejante a la cinta protagonizada por Robert De Niro, Ray Liotta y Joe Pesci. El tono de Jacques Audiard es demasiado esquinado y rugoso para para parecerse a la épica gansteril que el director de Cotton Club aplicó a su adaptación de la novela de Mario Puzo.
Sin parecerme tampoco la obra maestra que algunos promulgan, no puedo negar que Un Profeta es una excelente propuesta. Un proyecto hiperrealista, duro y con filo realizado con pulso y sin remordimientos. Una visión desperanzada de la vida carcelaria y la supervivencia con momentos memorables, actores intachables, un guión magnífico (originalmente ideado por Abdel Raouf Dafri, señor al que por esta obra y sus libretos del díptico Mesrine I y II ya hay que seguirle la pista de cerca) y dirigida con aplomo. Buen cine francés de ese que los gabachos saben hacer y que tanta envidia nos da a los españoles cuando llena las salas mientras el nuestro sobrevive a duras penas gracias a los dos taquillazos puntuales anuales.
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