viernes, 16 de marzo de 2018

Black Panther



Título Original Black Panther (2018)
Director Ryan Coogler
Guión Joe Robert Cole y Ryan Coogler, basado en los cómics de Stan Lee y Jack Kirby
Reparto Chadwick Boseman, Michael B. Jordan, Lupita Nyong'o, Danai Gurira, Martin Freeman,  Angela Bassett, Forest Whitaker, Andy Serkis, Winston Duke, Daniel Kaluuya, Sterling K. Brown,  Florence Kasumba, Letitia Wright, Phylicia Rashad, Sydelle Noel, John Kani, Stan Lee






Este año Marvel Studios cumple diez años de vida. Si alguien nos hubiera dicho por aquel entonces a los fans, con el estreno de la seminal Iron Man como carta de presentación de la productora, que en el actual 2018 ya habríamos visto en pantalla grande a personajes de la Casa de las Ideas como Doctor Extraño, Ant-Man o Guardianes de la Galaxia nos nos lo hubiésemos creído. Algo parecido podría decirse de esta Black Panther que nos ocupa, responsabilizándose de llevar a imagen real las aventuras del personaje creado por Stan Lee y Jack Kirby en las páginas del The Fantastic Four 52 en 1966 y que ya había tenido su presentación en imagen real durante Capitán América: Civil War hace dos años. El resultado ha sido el habitual con los largometrajes de la factoría presidida por Kevin Feige, un enorme éxito de crítica y público.




La división cinematográfica de Marvel Comics una vez más no ha escatimado en gastos para la puesta de largo del alter ego superheróico del T’Challa, el Rey de la nación de Wakanda. Al protagonista Chadwick Boseman se suman otros intérpretes como Michael B Jordan (Cuatro Fantásticos), Lupita Nyong’o (12 Años de Esclavitud), Danai Gurira (The Walking Dead), Angela Bassett (Green Lantern), Forest Whitaker (Rogue One: Una Historia de Star Wars) o los ya previamente presentados Martin Freeman (Capitán América: Civil War) y Andy Serkis (Los Vengadores: La Era de Ultrón). De la dirección se ocupa Ryan Coogler, el autor de la estimable Creed y del guión Joe Robert Cole (American Crime Story) y él mismo. A pesar del casi unánime excelente recibimiento que ha tenido el film para un servidor ha supuesto cierta decepción, la tercera consecutiva de Marvel Studios hasta ahora.




Tras los hechos acaecidos en Capitán América: Civil War, en los que el rey T’Chaka (John Kani) moría durante un atentado terrorista instigado por Helmut Zemo (Daniel Brühl), el príncipe T’Challa (Chadwick Boseman) vuelve a su Wakanda natal para ser coronado como nuevo monarca según las tradiciones de la nación africana que ha conseguido su actual estatus como uno de los países más avanzados de la Tierra gracias a la extracción de Vibranium y a su aislamiento con respecto al resto del planeta que desconoce su localización y verdadera fuente de energía. Una vez proclamado T’Challa como nuevo rey hará aparición en Wakanda Erik Killmonger (Michael B. Jordan) un personaje relacionado con el pasado de su padre que pondrá en entredicho el reciente reinado del actual Black Panther.




Lo más llamativo de un producto como Black Panther es que encuentra sus mejores virtudes y hallazgos en lo que venían siendo algunos de los fallos más notorios de las producciones de Marvel Studios en particular y el subgénero cinematográfico superheróico en general. En principio hay un elaborado y agradecido empeño en dar consistencia conceptual y visual a Wakanda tanto en la escritura como en el diseño de producción, que es el apartado en el que los responsables han invertido los efectos digitales más eficaces del largometraje. El entorno, la idiosincrasia, las tradiciones, la arquitectura, la topografía, todo está expuesto en pantalla de manera coherente y sólida, ofreciendo una visión del ficticio país africano considerablemente fiel a varias de las versiones planteadas en las viñetas de Marvel Comics, pero tomando su propia entidad como ya lo hiciera la Asgard planteada en la primera película de Thor.




También hay una clara intencionalidad de dar cierto trasfondo tanto a los personajes principales como a los secundarios y esa sigue siendo una asignatura pendiente para la mayoría de estas superproducciones que en Black Panther han sabido subsanar. Desde T’Challa que afronta su nuevo rol como monarca con los temores propios de un iniciado que debe ocupar el lugar de una figura paterna tan importante como la suya hasta un villano, por fin, con trasfondo y unas motivaciones claras, definidas, y con las que podemos incluso llegar a empatizar debido a la ambigüedad moral que plantean. Con los personajes secundarios sucede algo parecido, perfilando roles femeninos muy bien definidos como los de Nakia, Okoye, Shuri o Ramonda y otros masculinos como los de W’Kabi o Zuri que en esta ocasión quedan un poco relegados a un segundo plano en favor de las mujeres, pero siguen teniendo una importancia capital en el relato.




Aprobada con nota la prueba del contexto espacial en el que se moverán los personajes, y el adecuado tratamiento de los mismos, ahora debemos hablar de las carencias de Black Panther, que por desgracia no son baladís. El ritmo que impregna el guión a la historia es muy irregular y eso se deja notar cuando las secuencias en las que los personajes interactúan los unos con los otros tienen que alternarse con las de acción. La parte de la narración en la que asistimos a intrigas palaciegas, conspiraciones contra la corona, traiciones o juegos de tronos está perfectamente estructurada por unos Ryan Coogler y Joe Robert Cole que han construido con mucha dedicación estos pasajes en los que los personajes ganan entidad y peso a lo largo de la trama. El problema está en que, contra todo pronóstico, las secuencias de acción están ejecutadas de manera muy irregular, con una innecesaria aparatosidad, y a la hora de ensamblarse con las ya citadas relacionadas con las criaturas que pueblan el relato llegan incluso a desentonar con ellas.




Se hace realmente paradójico que un director como Ryan Coogler que demostró una notable destreza a la hora de rodar secuencias de acción, combates de boxeo para ser más concretos, de manera cristalina en Creed haya dado forma a pasajes dinámicos tan pasados de rosca en Black Panther. No estoy del todo de acuerdo con aquello que se ha dicho sobre el film con respecto a que las escenas de acción son muy confusas desde un punto de vista visual y que se antoja difícil distinguir a los personajes que las protagonizan, aunque algo de cierto hay, pero lo que a un servidor sí le ha chirriado sobremanera es que una superproducción como esta cuente en sus momentos más frenéticos con unos efectos digitales tan reprobables como los que Marvel Studios ha utilizado en depende qué situaciones, más si cabe después de haber demostrado con piezas como Thor: Ragnarok o las dos entregas de los Guardianes de la Galaxia que en este apartado suelen hacer muy bien su trabajo.




Las colisiones de los coches durante la persecución por las calles de de Corea del Sur, algunos momentos de la batalla campal en Wakanda con la presencia de los rinocerontes gigantes y sobre todo la pelea final entre T’Challa y Killmonger cuentan con unos CGI que hacen que los de Liga de la Justicia parezcan de alto nivel. Este defecto, que convierte dichas secuencias en un mal videojuego, no sé si están rodadas por el mismo Ryan Coogler o se deben a que este haya delegado responsabilidades en la segunda unidad, pero se revelan como el mayor defecto de una obra como Black Panther, que se había preocupado de construir un mundo creíble y consistente, la tarea más complicada, para más tarde fallar en lo que debería ser más sencillo e identificable para una cinta de este subgénero. Más sangrante todavía se antoja dicha carencia si tenemos en cuenta que las escenas de acción centradas en T’Challa durante Capitán América: Civil War no padecían de este mal que hiere considerablemente el conjunto del film.




En definitiva, para el que esto firma Black Panther queda lejos de ser, no sólo la mejor película de Marvel Studios, sino también de toda la historia del cine. Es una buena adaptación del personaje, construye un universo y unos personajes sólidos que los fans de los cómics podemos reconocer y se agradece su perfil sánamente integrador desde un punto de vista racial y de género, siempre dentro de las limitaciones superficiales y monetarias adscritas a grandes empresas como Disney o Marvel, pero si en lo esencial, en las escenas en las que el superhéroe debe ejercer como tal de manera creíble y sin delatar la orgía de pixeles que les dan forma, todo falla entonces nos encontramos con una obra cinematográfica irregular, que no da todo lo que ofrecía después de haber construido un contexto muy competente, y que confirma mi desencanto con las últimas obras salidas de la mano de esa Marvel Studios que tanto me había hecho disfrutar durante casi diez años. Esperemos que esa casi inminente Avengers: Infinity War me haga cambiar de parecer.



1 comentario:

  1. Reseña que forma parte de una entrada colectiva publicada en Zona Negativa

    http://www.zonanegativa.com/zncine-black-panther-la-redaccion-opina/

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