jueves, 21 de junio de 2012

Men in Black 3



Título Original Men in Black 3 (2012)
Director Barry Sonnenfeld
Guión Etan Cohen basado en el cómic de Lowell Cunningham
Actores Will Smith, Tommy Lee Jones, Josh Brolin, Alice Eve, Michael Stuhlbarg, Emma Thompson, Bill Hader, Jemaine Clement, Rip Torn, Nicole Scherzinger



Pues después de escuchar términos como "descafeinada", "blanda" o "rutinaria" contra todo pronóstico me lo he pasado considerablemente bien con esta tercera entrega de las adaptaciones cinematográficas del cómic homónimo escrito por Lowell Cunningham e ilustrado por Sandy Carruthers. La cinta no deja de ser un blockbuster hollywoodiense pero tiene los suficientes alicientes como para no sólo hacer pensar al espectador que no ha perdido ni el tiempo ni el dinero al verlo sino también para deparar alguna sorpresa agradable que la hace tener una interesante coherencia interna como obra independiente y como parte de una trilogía.




Cuando el peligroso criminal intergaláctico Boris "El Animal" escapa de una prisión de alta seguridad en la Luna tras 40 años de encierro su única misión es vengarse de aquella persona que lo encerró, el agente K (Tommy Lee Jones). En la tierra la agencia central de los hombres de negro recibe la noticia de la huída. K desaparece misteriosamente y la única manera de rescatarle es mediante un viaje en el tiempo hacia los años 60 (época en la que K encarceló a Boris) en el que se implicará J (Will Smith) su inseparable compañero de fatigas en la lucha contra los extraterrestres criminales.




Divertida, bien narrada, con unos actores haciendo lo que se espera de ellos, escrita con cierto ingenio y dirigida con bastante inventiva por parte de Barry Sonnenfeld. Con esto como espectador ya me siento muy satisfecho si tenemos en cuenta que esperaba enfrentarme a otra de esas secuelas innecesarias para sacar dinero al respetable. No lo neguemos, la cinta es una obra creada por y para el taquillazo y es cine comercial 100%, pero supera a la media de sus hermanas en cartelera y deja un buen sabor de boca sobre todo en el seguidor de la simpática pero liviana franquicia.




Lo mejor de Men in Black 3 es que sus creadores supieron capear un temporal nada halagüeño con mucho estilo. Tommy Lee Jones (sí, se le ve algo desganado, pero cumple como un señor) tenía pocas intenciones de implicarse en el proyecto, pero debía participar en el film por contrato. Los productores, el guionista y el director tuvieron la idea (un MacGuffin 100%)  del viaje temporal para que el papel de K recayera en Josh Brolin, que hace una brillante parodía/homenaje del personaje del intérprete de El Cielo y la Tierra, pero nunca llegando a la exageración o lo satírico, siempre manteniendo la esencia del rol y bordándolo. No es difícil creerse que estamos viendo al veterano hombre de negro (o al profesional que lo interpreta) en su juventud al mirar al actor de Wall Street: El Dinero Nunca Duerme.




La cinta mantiene todas las constantes de una saga cinematográfica que mezcla ciencia ficción cómica con slapstick al más puro estilo cartoon y el inevitable tono de cómic. MIB3 está llena de referencias a las dos anteriores entregas y gracias a la presencia del personaje de Michael Stuhlbarg (memorable como Larry Gopnick en Un Tipo Serio y como Rene Tabard en La Invención de Hugo, inolvidable como Arnold Rothstein en Boardwalk Empire, entrañable aunque un poco cargante aquí) se da un tono de conjunto bastante convincente a la trilogía.




Este atípico y naif (casi infantil) rol que puede ver el futuro es la excusa narrativa para que las tres entregas de Men in Black tengan una interesante consistencia como un todo y muchas de las cosas que vimos en las anteriores entregas (sobre todo la primera, que sigue siendo la mejor) cobran sentido. Los homenajes no sólo son intertextuales en la película, las referencias a la serie Mad Men, a cintas como los Gremlins y sobre todo a la saga Regreso al Futuro son constantes y están bien incluídas en la trama. Se nota la mano de Steven Spielberg en la producción.




Hay varios gags que funcionan soberanemente bien, sobre todo los que implican a un Will Smith que se convierte en el rey de la función a base de frases memorables (las que dice después de neuralizar a la gente, cuando roba el coche y lo pilla la policía) y humor físico. Destacar especialmente el pasaje que implica al Crack del 29 durante la "caída temporal" de J, tronchante para el que suscribe. También hay apuntes bastante descacharrantes cuando vemos como era la maquinaria para la lucha contra los extraterrestres en la base central de los hombres de negro en los años 60 o en la fiesta de Andy Warhol. Por otro lado el personaje de una Emma Thompson que no se cansa de reírse de sí misma (gracias a dios) también tiene alguna salida para el recuerdo.




Barry Sonenfeld, ese hombre que antes de debutar en el cine convencional con la memorable La Familia Adams rodó 9 películas pornográficas en 9 días con un amigo, hace un trabajo muy profesional con todos los fuegos de artificio que ponen en sus manos. Men in Black 3 está llena de efectos digitales (el 70% de sus planos están retocados por CGI) pero los mismos no sólo no devoran la historia (que es lo suficientemente rocambolesca y alocada como para no ser deglutida por su forma) sino que están perfectamente realizados. Por poner un ejemplo, la recreación de los años 60 de Transformers 3: La Cara Oscura de la Luna es penosa en comparación con la que se ve en MIB 3, sobre todo en lo referido a la NASA y sus instalaciones. Lo que se ve en la cinta de Michael Bay no es creíble en ningún momento, en el largometraje que nos ocupa el tono es más retro y kitsch y la cosa funciona mucho mejor.




Un entretenimiento que a mí me supo a gloria. Una cinta palomitera 100% que me arrancó unas cuantas carcajadas, que me entretuvo durante casi dos horas y que me dejó con una sonrisa en la cara durante todo lo que quedó de noche. No hará historia, no es la mejor de la saga (aunque sí que la segunda, que sin ser mala era demasiado hiperbólica e indebidamente sobreproducida) y no es una gran película, pero superó mis expectativas y me ofreció cine de evasión y entretenido a la máxima potencia. Si todo el grueso de la mierda que nos vende Holllywood actualmente ofreciera (como mínimo) lo que esta modesta cinta otro gallo nos cantaría.


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