martes, 20 de diciembre de 2011

Asesinato en el Orient Express, el principio de la navaja de Ockham y doce pasajeros sin piedad


Título Original Murder on the Orient Express (1974)
Director Sidney Lumet
Guión Paul Dehn basado en la novela de Agatha Christie
Actores Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Sean Connery, Albert Finney, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Jacquelline Bisset, Michael York, Richard Widmark, Martin Balsam, Jean-Pierre Cassel, John Gielgud, Wendy Hiller, Rachel Roberts





Magnífica adaptación a imágenes de la posiblemente más famosa novela de la prolífica escritora británica de género criminal Agatha Christie. Producida en 1974, dirigida por un Sideny Lumet en pleno apogeo de su carrera profesional y protagonizada con un reparto de intérpretes de los que hacen época en el que se veían las caras nuevos rostros de la época, viejas glorias en decadencia y actores consagrados de todo tipo de nacionalidades.



Durante uno de los largos trayectos del mítico tren Orient Express en el que se codean un gran número de ilustres pasajeros (desde gente de la nobleza hasta militares, pasando por criados), entre los que se encuentra el famoso detective Hércules Poirot, acontece un misterioso asesinato en el que todos los allí presentes parecen potenciales sospechosos. El investigador de origen belga intentará desentrañar el misterio que se esconde tras el crimen y descubrirá que el mismo tiene sus raíces en un trágico acontecimiento anterior.



Elegante y recuperable traslación a imágenes de la letra de la autora de Diez Negritos, Cianuro Espumoso o Muerte en el Nilo. Trabajo impecable y modesto a su manera, a pesar de los medios y el imponente reparto, en el que Sidney Lumet da muestras de su magnífico oficio con una historia clásica de suspense bien escrita y que adapta con considerable fildelidad el libro de la célebre novelista (con los cambios de rigor en toda versión en celuloide de obras literarias) y que sale airosa regalando un producto competente, hasta cierto punto valioso y de un tono academicista, en el buen sentido de la palabra.



El guión si bien peca de poco sorprendente a pesar de su resolución rebuscada y en cierto modo aleccionadora (incluso conservadora, pero eso ya viene de la obra escrita) tiene ritmo y está narrado con fluidez. Posiblemente en ese sentido tenga mucho que decir un Sidney Lumet resueltísimo con la dirección y utilizando los movimientos de cámara adecuados con los que aprovechar todos y cada uno de os recovecos del famoso tren (sacando especial partido a los compartimentos de los pasajeros) y mostrando un competente trabajo tanto en los pasajes rodados en exteriores como en los realizados en estudio.



Con el extensísimo reparto (posiblemente uno de los mejores de la historia del cine) pasa lo que tiene lugar con muchos films con un casting de caracter tan coral. Niguno de los actores no principales brilla excesivamente, pero sí tienen algún momento de lucimiento (los interrogatorios principalmente) con el que mostrar su profesionalidad a pesar de dar todos ellos vida a personajes, que en su mayoría, se muestran como esterotipos clásicos. Por eso se hace extraño ese Oscar a la mejor actriz secundaria para Ingrid Bergman y no es que la actriz sueca lo haga mal, todo lo contrario, pero no se muestra en pantalla mejor o peor que cualquiera de sus compañeros de pantalla como John Gielgud (el actor que mejor interpretaba el papel de mayordomo en toda la historia del cine), Sean Connery, Wendy Hiller, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave o una bellísima Jacqueline Bisset, entre otros.



Quién si destaca considerablemente es un magnífico, entrañable, carismático e inolvidable Albert Finney (Tom Jones, Big Fish, Antes que el Diablo Sepa que Has Muerto). El británico borda al investigador belga Hercules Poirot con su peculiar y marcadísimo acento, movimientos corporales muy bien medidos y una fisicidad del todo peculiar que hace que el espectador lo identifique indudablemente con el personaje literario ideado por la autora de Un Cadáver en la Biblioteca. Merecida nominación al Oscar al mejor actor principal la suya.



Interesante producto, cine entretenido de calidad con cierto toque de elegancia y exotismo, holgado y resuelto reparto, protagonista carismático, guión competente que da pie a una trama que se sigue con considerable interés y detrás de las cámaras un director que sabía perfectamente lo que hacía. Finalmente podemos considerar Asesinato en el Orient Express una meticulosa traslación del universo literario de Agatha Christie, que tendría su continuación en otros films e incluso varias TV Movies que adaptaban muchos de los relatos protagonizados por dos de las criaturas más celebres salidas de su pluma, Miss Marple y el Hercules Poirot que protagoniza la reivindicable cinta que ha ocupado el grueso de esta entrada.


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