Título Original Mientras Duermes (2011)
Director Jaume Balagueró
Guión Alberto Marini
Actores Luis Tosar, Marta Etura, Petra Martínez, Alberto San Juan, Carlos Lasarte, Pep Tosar, Amparo Fernández, Oriol Genis, Iris Almeida
Tras las dos entregas de [·REC ] rodadas al alimón con su amigo Paco Plaza y antes del estreno de las otras dos secuelas (Génesis y Apocalipsis) que darán forma a una tetralogía que supuestamente cerrará la célebre y exitosa saga, el catalán Jaume Balagueró ha estrenado una modesta cinta que sin lugar a dudas será, en un futuro, clave para entender la evolución de su discurso cinematográfico. Para el que suscribe uno de los más interesantes del panorama internacional dentro del género fantástico y de terror.
César es el portero de un edifico de apartamentos en un barrio barcelonés. Aparentemente es un profesional en su trabajo, parece estar pendiente de todas y cada una de las necesidades de los inquilinos y no duda a la hora de ponerse a disposición de los mismos cuando sus servicios son requeridos. Pero detrás de la sonrisa y los buenos modales del conserje parece esconderse algo muy oscuro, que habita oculto pero latente en su psique y que saldrá a la luz totalmente cuando conozca en profundidad a Clara, una joven y risueña jovencita que vive en el bloque.
Desde su magnífica ópera prima Los Sin Nombre, con la que adaptaba una novela del escritor birtánico Ramsey Campbell, el español Jaume Balagueró se ha labrado no sólo un nombre internacional como director de cine de terror, también ha conseguido depurar un estilo propio (que nació en sus oscurísimos y viscerales cortometrajes Alicia y Días Sin Luz) como narrador que normalmente se percibía, mayormente, en el plano exterior de sus trabajos, ya fuera en el uso nervioso de la cámara, una utilización atmosférica del montaje o por medio una fotografía siniestra, dándole a sus productos un tono entre tenebroso y post industrial.
Pero por primera vez (o por lo menos desde su ya mencionado debut en el mundo del largo, que aunaba ubicua personalidad en fondo y forma) parece que Balagueró ha conseguido algo inusual y muy atípico, no sólo dentro de nuestro cine, sino también en lo que a la madurez de autores cinematográficos se refiere, no evolucionar (eso vino con aquella cinta de transición llamada Frágiles) sino hacer que su propio discurso, su manera de ver el cine, se apodere del conjunto de la última de sus obras y habite dentro de la misma sin necesidad de utilizar constantes visuales o esteilísticas habituales o propias para mostrarlo en pantalla.
Lo que quiero decir es que Balagueró por primera vez no necesita pasadizos recónditos, piernas ortopédicas, máscaras de gas que dan un matiz inhumano a sus portadores, fantasmas deformes o un ambiente neogótico y sucio para definir el look visual de su film y con ello tratar de dar forma a su interior. Porque esa visión mórbida, cruel, bífida y tóxica que tiene del cine de género de terror por primera vez atraviesa el celuloide y se introduce en la epidermis de su personaje principal, al que borda, como sucede siempre, un Luis Tosar a todas luces inolvidable y sencillamente escalofriante.
César es la quintaesencia del estilo balagueriano de entender el cine. Un ser retorcido, oscuro, de sonrisa envenenada, que necesita de la desgracia ajena para alcanzar una felicidad que siempre le ha sido negada. Un tipo que amarga la existencia de su madre (o quién suponemos es su madre) contándole sus "hazañas", que es capaz de llegar a la tortura ajena con tal de saciar su apetito goloso, que con una sarta de palabras dichas sin inmutarse consigue hundir a una pobre anciana (mi paisana Petra Martínez, con un papel a su medida) o que ve incluso viable el suicidio al no encontrar a gente más desgraciada que él. Porque a pesar de que este conserje parezca la representación pura de la maldad no deja de ser un desgraciado que necesita que los demás sufran más que él para poder seguir adelante con su triste y pobre existencia.
Mientras Duermes es un ejercicio polanskiano (viene a la cabeza inevitablemente El Quimérico Inquilino en numerosas ocasiones a lo largo del metraje e incluso en La Semilla del Diablo) lleno de inquina, mala baba y a veces ironía sobre el lado más oscuro del ser humano, pero no mostrando una personalidad oculta en el fondo de la mente del protagonista sino una desviación psicótica que sale a la luz regularmente, cuando cae la noche y el personaje lleva a cabo sus escarcéos furtivos para destruir la vida de los demás. Su carácter demente aumenta y tiene su clímax en la media hora final del film cuando su afán por hacer daño a Clara (una preciosa y entregada Marta Etura, que para colmo es pareja sentimental de Luis Tosar en la realidad) llega a cotas de locura difíciles de calibrar.
Al igual que Rob Zombie en Los Renegados del Diablo (The Devil's Rejects) Jaume Balagueró logra pervertir su última obra de manera que nos hace cómplices de un enfermo mental con el que, contra todo pronóstico, llegamos a empatizar de alguna manera. Ya que en las muy medidas ocasiones (de pulso hitchcockiano todas ellas) en las que están a punto de pillar in fraganti al protagonista la tensión se hace palpable en el espectador. No sabemos si por miedo a que lo atrapen y deje de realizar sus fechorías o por si al ser descubierto por sorpresa pueda acabar con la vida de su delator. Ahí, en esa ambigüedad transmitida a través de la pantalla es donde se encuentra el mayor acierto de una cinta como Mientras Duermes.
El trabajo de Balagueró es medido y muy seguro de sí mismo. Como ya comenté en su momento tras Frágiles el co director de OT: La Película (sí, no puedo evitar nunca mencionar esta película cuando hablo de este señor) dosíficó sus trucajes de cámara y constantes visuales entregándose a una realización más elaborada y homogenea. Mientras Duermes es la confirmación de la madurez de un Balagueró que como ya he comentado puedo construir una cinta 100% hija de su impronta sin tener que repetir sus señas de identidad en el plano formal del producto porque ya ha solidificado un discurso como narrador total, con sus fallos y sus virtudes, pero de manera cohesionada y poderosa.
A la espera de esa que estrene esa [REC ·] Apocalipsis que supondrá el cierre de la célebre y existosa saga y que le volverá a unir (aunque esta vez no en la dirección, que será exclusivamente suya) a su amigo Paco Plaza, Balagueró ha estrenado posiblemente su película más personal y pura cinematográficamente hablando (aunque mi corazón siempre estará con esa Los Sin Nombre que tan tocado me dejó cuando la vi en pantalla grande allá por 1999). Mientras Duermes no sólo confirma uno de los talentos más singulares salidos de nuestro cine reciente, también sirve como reflejo aterrador la más pulcra y e inherente envidia. Ese pecado capital que el español de a pie a convertido en deporte nacional.
La acabo de ver y podía haber sido grande, pero se queda en proyecto fallido. A veces lo autores, o los guionistas, o los productores, lo quieren hacer todo tan políticamente correcto, que da asco. Me explico.
ResponderEliminarNo quiero entrar en que al tío no le pillan por que es el prota, y punto, o que el novio le pilla con una facilidad extrema, o que ¿De quien pensaba que era el niño Clara?.
Me refiero a que cuando tiene a la niña acorralada, la mujer (si, una mujer un tanto mayor) que estaba a mi lado ha soltado un "follatela" por que era eso lo que necesitaba la escena(ni si quiera es necesario mostrarlo), o que Clara y el conserje tenían que haber terminado juntos, pero no juntos, en plan lo hago contigo por que no tengo a nadie más contigo.
Eso si que hubiera sido triste... Y encima la niña (pongámosla unos años más) de amante.
O eso creo XD
Ja, ja, ja, madre mía la señora mayor que te tocó al lado estaba un rato mal.
ResponderEliminarSPOILERS
Yo pienso que lo de abusar de la cría estaría fuera de lugar (se mostrara en pantalla o no), porque las intenciones sexuales de César son sólo con Clara y no por el hecho de experimentar sexo con ella o porque quiera excitarse con tal acto, sino porque todo formaba parte de ese maquiavélico plan de dejarla embarazada y que al mirar ella a su hijo el resto de su vida siempre se acordara del portero demente, me parece algo muy retorcido y acertado cerrar la cinta así.
Lo de que Clara no sepa que su hijo es de César lo veo lógico ya que ella no era consciente de que el portero la narcotizaba para mediante ello acostarse por la noche con ella
FIN SPOILERS
Y bueno, yo en esta cinta sí veo mucha incorrección política y una mirada muy sórdida sobre el ser humano, pero eso supongo que ya entra en el terreno de las opiniones personales.
Nos vemos.