Título Original A Quiet Place 2 (2021)
Director John Krasinski
Guion John Krasinski, basándose en personajes de Scott Beck y Bryan Woods
Reparto Emily Blunt, Cillian Murphy, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Djimon Hounsou, Wayne Duvall, John Krasinski, Lauren-Ashley Cristiano, Okieriete Onaodowan, Blake DeLong, Silas Pereira-Olson, Liz Cameron, Robert A. Coldicott
Después de dos largometrajes que pasaron bastante desapercibidos como Entrevistas Breves Con Hombres Repulsivos (2009) y Los Hollar (2016) en 2018 el actor John Krasinski (The Office, Jack Ryan) sorprendió a propios y extraños con su tercera incursión detrás de las cámaras. Dando un giro radical a su por aquel entonces no muy prometedora carrera como director el estadounidense estrenaba Un Lugar Tranquilo (A Quiet Place) una muestra de cine de terror protagonizada por él mismo, su esposa Emily Blunt, Millicent Simmonds y Noah Jupe entre otros. Aquella brillante pieza de género en la que la humanidad se había visto diezmada por unos monstruos invidentes, pero con un oído hipersensible que les permitía encontrar y masacrar a sus víctimas de manera fulminante, basó sus aciertos en la milimétrica puesta en escena de Krasinski, el inteligente guion de Scott Beck y Bryan Woods, la labor de un reparto brillante y el impresionante uso del sonido o más bien la ausencia del mismo. Un ejercicio inmersivo y empático convertido en un éxito internacional de crítica y público que a pocos días de su estreno oficializó una secuela que debía haber llegado a los cines en marzo de 2020, algo que la pandemia y el confinamiento se ocuparon de alterar. Después de varios cambios de fecha A Quiet Place 2 ha aterrizado en España y ya hemos podido disfrutarla en pantalla grande.
John Krasinski, en esta ocasión encargándose también del guion en solitario, es consciente de que se puso a sí mismo el listón muy alto con la primera entrega, por ello arranca esta secuela con un prólogo bestial en el que asistimos al Día 1 de los monstruos en nuestro planeta. Este escaso cuarto de hora en el que un evento inusual destruye nuestro concepto de normalidad el film marca su tono e intencionalidad tomando su primera decisión arriesgada, alejarse de la estructura de su predecesora para no caer en el subrayado y la redundancia, pero manteniendo gran parte de su esencia. Después de la secuencia de apertura a modo de precuela volvemos justo al punto donde acababa Un Lugar Tranquilo, con los Abbott dispuestos a salir a la superficie después de que Lee, el cabeza de familia, se sacrificara para salvarlos y ellos descubrieran que los ultrasonidos son el punto débil para desorientar a las criaturas, pudiendo así eliminarlas con más facilidad.
Un Lugar Tranquilo 2 es un proyecto considerablemente más ambicioso que su predecesor. Posiblemente a este respecto tenga mucho que decir que los 17 millones del primer film han pasado a 61 en este segundo, algo perceptible en pantalla desde los primeros compases de la obra. Afortunadamente John Krasinski es un profesional lo suficientemente avispado como para no convertir esta segunda parte en un desfile de excesos que pudieran eclipsar o menoscabar la historia tan interesante que quiere contarnos en un contexto atractivo como el que alumbró a su anterior trabajo. Por ello sabe medir los tiempos y aprovechar la logística que le permiten lucir mejor y durante más tiempo a sus monstruosidades, sin que la mayor presencia de estas se convierta en algo rudimentario a lo largo del metraje, pudiendo poner en solfa la naturaleza visceralmente peligrosa de las mismas, aquella que en la primera parte regalaba no pocos pasajes memorables.
Un Lugar Tranquilo 2 se adscribe al terror de una manera más tangencial que su predecesora, tomando cuerpo de híbrido entre survival y monster movie. Esto le permite, al igual que a la primera parte, construir pasajes de una poderosa tensión fácilmente extrapolable a la platea, pero variando los resortes narrativos que Krasinski utilizó en el primer largometraje de la ya franquicia. Aquí se mantiene el acertado y muy efectivo concepto de los personajes evitando hacer sonido alguno para no atraer a las criaturas homicidas, pero el guionista y director utiliza la excusa de incluir localizaciones aislantes del ruido o alejadas en islas apartadas para poder recurrir en más ocasiones al uso de diálogos que en Un Lugar Tranquilo eran escasos, dando al proyecto una pátina más experimental que aquí se ha perdido casi por completo.
La minuciosidad a la hora de hacer uso del sonido o la no presencia del mismo en el contexto espacial del relato ha sido notablemente reducido, por lo que en ese sentido nos encontramos con una secuela adherida a un cine de género más convencional y reconocible, viendo reducida una de las mayores virtudes del film de 2018. No afirmamos con esto que las situaciones en las que los personajes deben evitar hasta lo extremo producir cualquier ruido estén ausentes, de hecho son las que siguen vertebrando el grueso de la historia central, pero estas adquieren más predilección impacto y el efectismo derivando el proyecto en una pieza más propensa al espectáculo accesible para todo tipo de espectadores. Dicha decisión no es óbice para que John Krasinski componga algunas de las mejores secuencias de acción e intriga del 2021, mostrando que no fue casualidad lo visto en la primera A Quiet Place y dejando patente que nos encontramos ante un muy resuelto artesano con un interesante futuro dentro del cine de género hollywoodiense.
En lo referido al casting el personaje de John Krasinski ya no hace acto de presencia por motivos obvios, pero el guionista y director se reserva una aparición relevante en el prólogo al estar localizado este en el pasado. Emily Blunt, Millicent Simmonds y Noah Jupe siguen siendo los roles principales de la obra, pero si bien es cierto que los tres ejecutan una labor notabilísima es en esta ocasión es la hija de los Abbott la que lleva un mayor peso debido a que su padre en la ficción le regala más peso en el argumento y minutos de metraje. Su labor es excelsa, confirmando aquellas capacidades dramáticas de las que ya hizo gala en la primera entrega. Al tono más sufridor de Emily Blunt se contrapone la feliz incorporación de un magnífico Cillian Murphy como Emmett, un personaje abordado con inteligencia y ambigüedad desde el papel que el protagonista de Peaky Blinders hace suyo convirtiéndose en el núcleo central de varios momentos para el recuerdo. Menos aprovechado está Djimon Hounsou cuya participación es muy breve y reto al espectador a encontrar a Scott McNairy (Batman v. Superman: El Amanecer de la Justicia, Érase Una Vez… en Hollywood) a ver si da con él.
Como es lógico Un Lugar Tranquilo 2 pierde el factor sorpresa con respecto a su hermana mayor, pero las decisiones tomadas por John Krasinski y sus colaboradores son lo suficientemente inteligentes como para variar y extender el microcosmos de la saga sin alejarse de su espíritu. El Jim Halpert de The Office ha plantado algunas semillas que en una tercera entrega, que la habrá viendo los números internacionales de esta segunda parte, pueden brotar y ofrecernos más de una sorpresa. Nos quedamos con la sensación de haber asistido a un trabajo bien hecho, cargado de cinematografía comercial de calidad o múltiples posibilidades de seguir ofreciendo nuevas aventuras dentro de este universo repleto de amenazas y también con la mosca detrás de la oreja con esa lectura final que, como supo apuntar mi amigo y compañero Juan José Patón, pareciera configurar un mensaje reaccionario si lo abordamos en paralelo con cierto pensamiento conservador de Estados Unidos en lo referido al concepto de “invasor”. A pesar de este pequeño apunte quedamos muy satisfechos con la obra, la recomendamos y esperamos con ansia su continuación.
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