miércoles, 24 de marzo de 2010

Gosford Park, el discreto desencanto de la burguesía


Título Original: Gosford Park (2001)
Director: Robert Altman
Guión: Julian Fellowes
Actores: Michael Gambon, Kristin Scott Thomas, Camilla Rutherford, Charles Dance, Geraldine Somerville, Tom Hollander, Natasha Wightman, James Wilby, Jeremy Northam, Bob Balaban



Gosford Park supuso no sólo una rareza dentro de la filmografía del director Robert Altman, también fue su gran última obra antes de fallecer el 20 de Noviembre (qué gran fecha, por cierto) de 2006. Un proyecto marcadamente británico, alejado de sus Estados Unidos, al que dio forma con la ayuda del actor, guionista y director americano Bob Balaban.




Gosford Park es una exquisita amalgama que mezcla todo tipo de referencias. Toma ideas de films como La Regla del Juego de Jean Renoir o Dublineses de John Huston, de series del estilo Arriba y Abajo o de relatos literarios escritos por Agatha Christie o Arthur Conan Doyle. El film podría dividirse entre una ácida (pero siempre apelando al buen gusto) mirada hacia la bestial diferencia de clases existente entre los invitados acomodados y sus sirvientes, y por otro la trama policiaca con un misterioso asesinato acompañado de su consiguiente investigación.




El director de El Juego de Hollywood contó con un infalible y extenso reparto de los mejores actores que han salido del Reino Unido. La película destila un corte profundamente teatral con una exquisita, a la par que sencilla, puesta en escena donde Altman muestra las tablas y la veteranía de un autor que empezó en la televisión y que llegó a lo más alto dentro del Hollywood más o menos idependiente, aunque dejóndose seducir en contadas ocasiones por los cantos de sirena de las majors (MASH, Conflicto de Intereses, Pret-a-porter).




Es cierto que el mayor interés del film reside en ver como hay dos mundos separados por unas simples escaleras. La altanería y condescendencia con la que la mayoría de los señores tratan a sus empleados y como el sótano es la zona de la casa que verdaderamente llama la atención del espectador, porque en él es donde las conversaciones, actos e intrigas exhalan auténtica veracidad y carecen de la suntuosa y vacua pomposidad de la zona de los adinerados con sus falsos buenos modales, perfectamente retratados, por poner un ejemplo, en una Maggie Smith soberbia.




Pero estoy en desacuerdo con aquellos que dijeron en su estreno que cuando entra en escena la trama detectivesca la cinta pierde fuerza. La transición en el guión está muy bien llevada por Jullian Fellowes, el devenir del argumento acentúa el dramatismo (que recae sobre todo en una inmensa Helen Mirren) y lo único que me chirría de él es el comportamiento del simpático Stephen Fry, porque un policía torpe y sin talento se puede representar sin retratarlo como un gilipollas integral, sin idea alguna de métodos de deducción.




Gosford Park es una elegante propuesta, una interesante obra coral perfectamente acabada que regala al espectador dos horas de entretenido celuloide marcadamente inglés, con un acertado toque de crítica social, una historia agradable y un reparto en estado de gracia en el que todos los intérpretes tiene su pequeño momento destacable. La última obra remarcable de un gran director cuya poliédrica mirada nos regaló productos tan soberbios como Vidas Cruzadas o acertados como el que nos ocupa, que supone un apetitoso bocata di cardinale para disfrutar en una noche lluviosa.


3 comentarios:

  1. La verdad es que no me acuerdo mucho. No me mató pero quizá cuando la vi era algo joven para entretenerme con este tipo de peli.

    Quizá sea exagerado considerarla una gran obra pero El último show me pareció una película MUY disfrutable.

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  2. Ahora veo que la peli es de 2001, con lo que la excusa de "era demasiado joven" es bastante mala, pero bueno...

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  3. He de admitir que no he visto El Último Show, ni siquiera The Company, pecados que subsanaré lo antes posible.

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