viernes, 28 de agosto de 2009

Arrástrame al Infierno


Director: Sam Raimi (2009)
Guión: Sam Raimi & Ivan Raimi
Actores: Alison Lohman, Justin Long, Lorna Raver, David Paymer, Dileep Rao, Reggie Lee, Adriana Barraza



Hace unos años leí una entrevista en Fotogramas en la que Sam Raimi decía que se se sentía tan orgulloso, como avergonzado, de las primeras películas que había dirigido. En ese momento experimenté una profunda decepción al ver como uno de los directores favoritos de mi infancia, casi renegaba da la trilogía que le dio la fama, la deliciosa Evil Dead, compuesta por Posesión Infernal, Terroríficamente Muertos y El Ejército de las Tinieblas. Por suerte con su última película el realizador de Darkman ha demostrado que se le calentó la boca con aquellas declaraciones y que es un fuera de serie, por tener los huevos más cuadrados que un cubo de Rubik.



Lo diré pronto para que no haya malentendidos, Arrástrame al Infierno es un película mala de cojones, un cúmulo de clichés exageradamante pasados de rosca y estúpidos que convierten la trama terrorífica del film en un desfile de escenas rematadamente ridículas que provocan una carcajada, no ya continua, sino sonrojante, que producen en el espectador una incómoda sensación de incredulidad y vergüenza ajena ante lo que ve y escucha.




Pero ahí reside el gran poder de una cinta como Drag Me to Hell, su maravillosa y total carencia de prejuicios, es una película que no tiene miedo a mostrarse ridícula (lo hace y mucho). Raimi se descontrola bestialmente y hace pasar un continuo calvario a una preciosa Alison Lohman, actriz sometida a gran cantidad de tropelías durante el metraje. Todo el argumento es un desparrame sin ningún rigor narrativo (lo que da de sí no facilitar un puto crédito en el banco a una bruja desquiciada) con escenas sublimes como todas las relacionadas con la vieja gitana y la de la cabra, que haría las delicias del Alex de la Iglesia de El Día de la Bestia.



Arrástrame al Iniferno es más un homenaje a un tipo de cintas de terror (la de los años 80) y a una manera de hacer películas, que una obra consistente y aceptable como producto cinemetográfico. Es un placer que el director de Un Plan Sencillo (la que sigue siendo con mucha diferencia, su mejor cinta hasta la fecha) se quite con esta bestial y estúpida bocanada de agrio vómito la fama de realizador atrapado en el engranaje de Hollywood. Volviendo a su esencia, a sus raíces, a la época en la que disfrutaba haciendo cine. Yo al menos, nunca me lo he pasado mejor en una sala de cine que el pasado Jueves cuando fui a ver esta memorablemente horrenda cinta.


6 comentarios:

  1. Dios mio que peli mas mala,eso si me rei muchisimo,lo mejor de la peli mi acompañante^^

    ResponderEliminar
  2. Secundo por completo esta entrada.

    ResponderEliminar
  3. Me agrada que piense usted como yo señor y a la señorita decirle que si su acompañante fue bueno, la mía fue aún mejor.

    ResponderEliminar
  4. Dejen de hacerse la pelota, todos sabemos que un acompañante en una película de miedo no mola si no se hace una bola, cierra los ojos y se tapa los oídos.

    ResponderEliminar
  5. Ahí le ha dao usted, si señor, el terror ajeno es una de las alegrías más grandes para el ego personal.

    ResponderEliminar