viernes, 19 de octubre de 2012

Cosmopolis, king of New York



Título Original Cosmopolis (2012)
Director David Cronenberg
Guión David Cronenberg basado en la novela de Don DeLillo
Actores Robert Pattinson, Sarah Gadon, Juliette Binoche, Mathieu Amalric, Jay Baruchel, Kevin Durand, K'naan, Emily Hampshire, Samanta Morthon, Paul Giamatti, Patrick McKenzie, Abdul Ayoola, Gouchy Boy, George Touliatos, Philip Nozuka






Algún día tenía que pasar, aunque un servidor tenía la esperanza de que no sucediera nunca. Por primera vez tras 37 años de carrera como director y 18 películas a sus espaldas el canadiense David Cronenberg, mi director favorito de la historia del cine solo superado por el español Luis Buñuel, me ha decepcionado considerablemente con uno de sus trabajos cinematográficos. Hablo por desgracia de Cosmopolis, la adaptación a imágenes que ha realizado de la novela homónima del escritor norteamericano Don DeLillo que desde que se estrenara en el pasado festival de Cannes no ha dejado de recibir más palos que alabanzas. Con motivo, mal que me pese.




No es la primera vez que un servidor trata de no hacer caso a la prensa especializada cuando pone de vuelta  y media alguna película que me transmite buenas sensaciones o la última obra de un director por el que profeso admiración. Pero esta vez muy a mi pesar no sólo la crítica tenía razón a la hora de confirmar que la más reciente cinta de David Cronenberg es un producto fallido, es que la cosa es peor aún, porque Cosmopolis es una película con una ingente cantidad de fallos y más bien pocos aciertos que no le salvan la papeleta al de Toronto.




Eric Packer es un joven multimillonario de New York experto en finanzas que tiene el capricho de ir en su limusina a su barbería habitual para que le corten el pelo. El problema radica en que el día que ha elegido para llevar a cabo tal acto es el mismo en el que la ciudad recibe la visita del presidente del gobierno, hecho que convertirá en un caos el tráfico de la zona y que dará pie a que grupos de manifestantes se concentren en las calles en contra de un sistema capitalista que está en decadencia. En el trayecto Eric recibe la visita en su lujoso coche de socios, colaboradores y amantes, pero también llegará a sus oídos la noticia de que alguien planea matarlo. Las próximas 24 horas serán las más importantes de su vida.




Farragoso ejercicio de pedantería cinematográfica en el que, paradójicamente, podemos encontrar prácticamente todas las constantes autorales del director de La Mosca, desde la visión de una sociedad occidental en decadencia, hasta insensibilización del ser humano por medio de las influencia de las altas tecnologías. Como no he leído la novela de DeLillo no puedo decir si Cosmopolis falla como adaptación cinematográfica, pero lo que sí tengo claro es que fracasa como retrato de la crisis financiera actual, como visión nihilista del capitalismo agresivo, como pieza dentro de la obra del cineasta de Ontario y finalmente como producto cinematográfico consistente. 




La película nace muerta por culpa de un guión pésimamente construido. No sé si esta inconsistencia narrativa viene de la novela, pero el libreto de la película es en su primera mitad un desfile arbitrario de personajes intragables y antipáticos que matienen diálogos irritantes con el personaje de Robert Pattinson, porque a parte de no contar nada verdaderamente iteresante con ellos y exponiéndolos siempre con un lenguaje pomposo y recargado, más que diálogos las criaturas de Cosmopolis recitan monólogos, ya que cuando uno de los acompañantes de viaje de Eric interactúa con él cada uno de los emisores y receptores mantienen conversaciones completamente distintas. Este recurso del que Cronenberg abusa hasta el hastío podría ser una alegoría de la incomuniación del hombre actual, pero como excusa argumental en el plano cinematográfico acaba por hundir la película por su redundacia y retórica.




En la segunda parte los actos estúpidos llevados a cabo por el personaje de Eric se apoderan de la historia y la siguen llevando inevitablemente a la deriva. Algunos dicen que durante esa parte del metraje el rol de Pattinson busca desesperadamente sentirse vivo, llevar a cabo acciones que le permitan experimentar sensaciones fuertes que le hagan salir de la hastiada rutina vacía y tecnificada en la que se ha convertido su existencia. El problema es que la mayoría de decisiones que toma están cubiertas de un hálito de pretenciosidad falsamente profunda que tiene su culmen en el clímax final en el enfrentamiento con el personaje de Paul Giamatti, un actor magnífico, pero que a estas alturas no puede salvarle los muebles al director (los diálogos que le tocan son tan artificiosos como los del resto de personajes) el film se cierra como se ha venido desarrollando, mal y de manera insatisfactoria.




El tedio se hace con el metraje, el cripticismo del film se antoja arbitrario y su simbología mal expuesta y simplista (lo de las ratas es tan obvio y pueril que en ocasiones da vergüenza ajena). El paso de una veintena de personajes por la limusina de Eric da pie a que actores de nivel como Juliette Binoche, Mathieu Amalric o Samantha Morton (la única que de verdad expone disertaciones más o menos coherentes e interesantes, sobre todo cuando comenta cómo el ideario anarquista puede, parodójicamante, ayudar a la supervivencia del capitalismo) den vida a personajes estereotipados, insulsos y sin desarrollo alguno, que sólo aparecen, sueltan sus teorías sociales, económicas o políticas y desaparecen sin aportar nada de interés o ritmo a la historia.




Poco hay de reflexión sobre el capitalismo o la recesión económica en el film o al menos no hay verdadera inteligencia o implciación con el tema y por primera vez señas de identidad (como su asespsia conceptual o el distanciamento formal con el que siempre ha retratado a sus personajes) que en manos de otros directores siempre habían sido fallos y que en el discurso de Cronenberg eran virtudes, juegan en su contra y se unen al chorreo de equivocaciones e ideas erradas que lastran el desarrollo de la trama. Hasta esa evolución que a lo largo de los años ha hecho experimentar a su teoría de la Nueva Carne, pasándola del plano físico al psicológico, es abordada de manera simplista, superficial y deslabazada en el rol de Eric.




Pocas virtudes hay en Cosmopolis y las mismas no sacan al producto de la mediocridad y el aburrimiento al que incita su historia central. Podemos decir que la puesta en escena de Cronenberg es magnífica y que sabe moverse con estilo e inteligencia en un espacio tan reducido como en el que se desarrolla la historia, también podemos agradecerle que haya demostrado que, siendo un actor limitadísimo, si Robert Pattinson cae en buenas manos no lo hace mal y sabe sacar expresividad donde parecía que no la había (muy creible su reacción con lo de la pistola y la mano, parece que lo ha hecho realmente en ese momento de la película). No me quiero olvidar de las fans jihadistas del actor de la saga humorísitca Crepúsculo, que encontrarán en la película que nos ocupa alicientes tan interesantes como ver a su idolatrado "galán" experimentar un orgasmo mientras su médico de cabecera le practica un tacto rectal.




También podríamos darle las gracias al director de M.Butterfly por haber incluido en el metraje la sugerente presencia de actrices como Sarah Gadon o Juliette Binoche (Samantha Morton también tiene su encanto, pero aquí el mismo brilla por su ausencia) teniendo la ganadora del Oscar por El Paciente Inglés una escena sexual que nos remite a una de Crash (concretamente a la que mantenía James Spader con Holly Hunter en el siento trasero del coche del primero) o que por otro lado nos haya confirmado que intérpretes como Kevin Durand o Jay Baruchel pueden hacer algo más que papeles insulsos dentro de la comedia o el cine de acción comercialoide americano.




Pero nada puede suavizar el golpe, Cosmopolis es algo más que una película fallida, es un fracaso indigno del autor que la ha llevado a cabo. Tras haber demostrado cómo su discurso autoral no tenía porque resentirse por ponerse como director al servicio de películas de género como Una Historia de Violencia o Promesas del Este o que podía llevar a cabo una cinta de época con profesionalidad y acierto realizando un interesante análisis de la psicología humana en Un Método Peligroso parecía que Cosmopolis nos devolvía al Cronenberg más lacerante, epidérmico y de autor, el de Crash, Inseparables y El Almuerzo Desnudo




Nada más lejos de la realidad, su última obra supone uno de sus trabajos más pobres e insatisfactorios, un duro golpe para un servidor que siempre ha admirado hasta sus obras menos destacables. Esperemos que esto sólo haya sido un tropezón y que en años venideros nos vuelva a deleitar con su visión personal e intransferible del mundo del cine. En caso de que no sea así aún nos queda la esperanza de su hijo Brandon Cronenberg, que con su ópera prima, Antiviral, ya está dando mucho que hablar como digno heredero de su padre. La Nueva Carne se extiende y esperemos que no muera nunca, como proclamaba Max Renn en el clímax final de Videodrome.



14 comentarios:

  1. A mí me parece algo más que fallida, me ha decepecionado por ese abuso del cripticismo y la retórica mal expuesta, su metraje se me hizo largo y aburrido y a la mitad ya tenía ganas de que acabara porque el tedio me tenía cogido por los webs.

    También sé que ganará con las revisiones y que, aunque sea por completismo, la compraré en dvd o blu ray cuando la vea de oferta, pero ahora mismo la decepeción es mayúscula.

    No es descabellado lo de la Divina Comedia de Dante,tiene sentido, pero ni por esas se salva la cosa.

    Un saludo.

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  2. Tiene mucho sentido lo que dices y da una lectura más profunda de la película, pero aún así (Cronenberg en las entrevistas no ha dado muestras de ir más allá del mensaje del libro sobre el capital y los estragos que produce) mi problema es que la verborrea de los personajes me aburría, los secundarios me hastiaban con sus elucubraciones, miraba el reloj cada cinco minutos (en la vida había hecho eso con una película de Cronenberg) y ahí por desgracia ya no entra si la película hace una relectura de la Divina Comedia o El Sulfato Atómico, Cronenberg se ha pasado casi dos horas aburriéndome soberanamente con cine plomizo y pedante mal hilado y rematado. Su mensaje en ese caso puede ser la panecea, pero el medio para transmitírmelo ha hecho que tanteara la posibilidad de ponerme a hacer calceta para no dormirme.

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  3. Hombre, salvarla de la quema debería ser darle un sufi o un bien, no un notable, pero oye, que me alegro que a ti te haya convencido y que el canadiense canoso siga intacto (a ver si cuando la revea por lo menos le doy el aprobado) para tu persona, por ahora sólo me queda esperar que Looper de Rian Johnson me quite la semana que viene este sabor de boca agrio que me ha quedado con Cosmopolis.

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  4. Yo tendré que verla doblada, como siempre en cine, pero bueno Ramón Langa hace buena compañía.

    Posiblemente también vea Lo Imposible la semana entrante, pero mis considerables ganas de verla las ha reducido esa publicidad agresiva que le están dando por todos lados, prefiero ver Looper antes.

    No sabía lo de que ibas a ser jurado (el otro día entré en tu blog y vi que seguía triunfante como última entrada la de la el bicho rectal aquel) pero me alegro profundamente, márcate una buena crónica.

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  5. Cachis, creía que ibas a ver el remake de Maniac que ha realizado el trío Aja/Levasseur/Khalfoun con Elijah Wood de prota o The Lords of Salem lo último de Rob Zomibe que está teniendo una recepción bastante dispar. Aún así te vas a poner tibio de cine de género, eso no te lo quita nadie.

    Con lo de ver Looper doblada tengo que pasar por el aro sí o sí si quiero verla en pantalla grande, aunque si lo miro por el lado postivo ver estrenos con doblaje al español hace que cuando la película sale en formato doméstico las pille con más ganas si me gustaron en el cine por lo de verla por primera vez en V.O.

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  6. ja, jaa; veo que el reverendo está en las mismas que yo; esta tarde quería ver looper (o la de allen, que la tengo pendiente), pero tengo a mi señora presionando para ir a ver lo imposible; a ver si la engaño (espero que no me oiga jorge, que la liamos), ya os contaré.

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  7. Ja,ja,ja, yo voy a aprovechar (si no me surge ningún imprevisto) los tres días de "La Fiesta del Cine" para ir a ver Looper, Lo Imposible y puede que Brave, por 2 euritos cada una.

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  8. Total, que mañana me voy a ver la de Burton, que no pensaba hacerlo, dejar Looper para el próximo fin de semana y esta ni tocarla :-(.

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  9. Hombre, yo lo veo buen plan, pero cuidado que a otro puede parecerle de locos XD

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  10. pues al final he triunfado y vengo de ver looper; la estoy reposando; ya la comentaremos pero, sin ser un peliculón, en general me ha gustado; lo mejor, la interpretación de gordon levitt como joven willis (y la caracterización también está muy lograda -que grima que da verle de perfil, con la naricilla de willis-); como decís, seguramente la peli gane mucho vista en v.o. pero, por aquí, eso es poco menos que imposible.

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  11. Es buena señal que te haya gustado, Drummer, yo la veré y aunque estaré liado esta semana con asuntos personales intentaré tener la crítica antes del finde.

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  12. a ver si la engaño (espero que no me oiga jorge, que la liamos)

    Tarde. Pero, oye, que sólo soy una feminazi, no un apostol de la sinceridad marital... Hay cosas que si hay que hacerlas, se hacen.

    Looper caerá seguramente este jueves: me da buen rollo pero, como siempre, estoy leyendo demasiado y acumulando reservas y prejuicios. Cosmópolis quizás caiga el finde, aunque todavía tengo sin ver Mátalos suavemente. Por cierto, que ya comenté en ZN que la percepción "dantesca" de Rev. sobre Cosmópolis ya se planteó respecto a la novela en que se basa y creo, he buscado pero no he encontrado artículo o entrevista alguna al respecto, nchts, que De Lillo dijo que nones, que no sé qué del Ulises de Joyce y tal y cual, pero que de La divina comedia nada. Pero si alguien tan suspicaz como RD es capaz de pillarlo en una adaptación cinematográfica del texto, seguro que algo de ello hay. A mí la novela, por cierto, ni fu ni fa, De Lillo las tiene mucho, pero mucho mejores: Ruido de fondo o Submundo, por ejemplo, le dan once mil vueltas.

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  13. Eso he oído, que es de las novelas más flojas de DeLillo, yo es que al hombre no lo he catado como literato, no puedo pronunciarme.

    Looper merece muchísimo la pena, estoy ultimando la crítica y a mí me ha enamorado esa historia de cine negro mezclada con viajes en el tiempo de fondo al más puto estilo K. Dick.

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  14. ja, jaa; esto de los cotapegas de comentarios y las pullas entre comentaristas empieza a recordarme lo de cierta web sobre tebeos que suelo frecuentar; no creo que la conozcáis :-)
    pd: armin, deja de rascarte la barriga y acaba la crítica de looper, que ya tengo ganas de leer tu opinión.

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