Título Original The Twilight Saga: Breaking Down - Part 1 (2011)
Director Bill Condon
Guionista Melisa Rosenberg basado en la novela de Stephanie Meyer
Actores Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Anna Kendrick, Peter Facinelli, Dakota Fanning, Ashley Greene, Jackson Rathborne, Nikki Reed, Kellan Lutz, Elizabeth Reaser, Christian Serratos, Billy Burke, Boo Boo Stewart, Sarah Clarke, Micheal Welch, Julia Jones, Kiowa Gordon, Alex Meraz, Gil Birmingham
Hay un dicho popular que reza Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Sin más remedio y contra todo pronóstico eso es lo que me ha pasado a mí con la saga de películas basada en la colección de libros de la escritora americana Stephanie Meyer protagonizada por vampiros vegetarianos, licántropos indios y amargadas enamoradas con cara de tener el síndrome de abstinencia. Todo un fenómeno social a nivel mundial que, una vez más, admito no comprender lo más mínimo.
A ver si nos lavamos un poquito el pelo de vez en cuando, que se me quedan las manos pegadas
Recuerdo cuando vi la primera película, Crepúsculo. Una horrible cinta que mezclaba de manera penosa cine falsamente romántico y supuesto género de terror, ambos en su vertiente más adolescente, tirando a pueril, con un retrato de vampiros lánguidos que no beben sangre, brillan con el sol o van al instituto con no sé cuantos siglos de edad a sus espaldas, consiguiendo llamar la atención de niñatas que confunden picores vaginales con verdadero amor. Todo un despropósito en imágenes que incitaba a la carcajada continua.
Cariño, desde aquí puedo ver que no te has puesto las bragas
Más tarde llegó la cumbre de la saga, la cinta que (estoy seguro) más se recordará de toda la saga, Luna Nueva, en la que entran en escena los licántropos, Jacob y sus pectorales. Un producto que tomaba todos los apuntes ridículos, terribles e insultantes de la anterior entrega multiplicándolos a la máxima potencia para regocijo el espectador (no fanático) que disfrutaba de manera fruiciosa con una de las comedias inintencionadas más memorables de la pasada década, encadenandose en ella escenas y más escenas para el recuerdo que apelaban a la mayor de las vergüenzas ajenas.
¿Qué es este líquido blanco que tienes en el cuello?
Pero la decadencia llegó con Eclipse. La cinta más normal, que menos sonrojo producía y que incluía más escenas alejadas del pomposo romance central de la trama, se mostraba finalmente, y por ello, como un mal largometraje (si bien más digerible en el plano cinematográfico) pero también y a diferencia de las anteriores entregas, someramente aburrido que no había por donde cogerlo. Aunque aún podíamos encontrar algún pasaje de esos que nos hacían llorar de la risa por lo rídiculos y estupidamente solemnes que trataban de mostrarse.
Sí, debes tener frío, porque acabas de perforarme un pulmón con el pezón derecho
La desgracia se confirma con esta primera entrega del díptico Amanecer, que como era de esperar han dividido en dos partes para sacar todo el dinero que puedan a la famosa franquicia. La última cinta de la saga Crepúsculo es una muy mala película, pero está más cerca de ser un producto cinematográfico normal y corriente que cualquiera de sus predecesoras, el problema es que también es más aburrida que todas las anteriores juntas, aunque paradójicamente su visionado se pase rápido. A partir de aquí, Spoilers a todo trapo.
Ven tonta, si no te va a doler
La historia la retomamos donde se quedó. Vampiro pajizo pide en matrimonio a ex drogadicta necrófila para cabreo de licántropo pagafantas, el tercero en discordia dentro de la ecuación. Al incio del film vemos los preparativos de la boda de los protagonistas con vampiros llevando árboles sobre un solo hombro o con la yonki teniendo (previsibles) sueños sobre todo lo chungo que le sucederá si se casa. Más tarde tendremos la boda, con algún apunte incluso gracioso, la mayoría en boca del padre, mi héroe dentro de la saga y el único con dos dedos de frente dentro de esta galería de personajes imbéciles.
Perro malo, no se hace pipí en la moqueta.
Inmediatamente después tenemos el que se puede considerar uno de los clímax de la saga. Sí amigos, por fin el amigo Eduardo se digna a consumar con la pobre Isabella. Como el espectador mínimamente espabilado esperará de una película que tiene una calificación por edades de PG 13 (no recomendada para menores de 13 años), no vamos a ver ni una mala teta o un culo apretado, pero lo de la escenita de marras es de puta pena, porque a parte de la chorrada de como el mozo rompe el quicio de la ventana con su supefuerza (es lógico, llevaba reteniendo... lo que sea que que eyacule, durante sabe dios cuánto) no hay nada de interés en dicho pasaje, ya que el mismo hace que la horrible escena de sexo entre Neo y Trinity de Matrix Reloaded parezca una pornográfica a su lado.
No, si quieres notar palpitaciones tienes que tocarme en otro sitio
Al día siguiente podemos ver como la pareja ha destrozado la habitación a base de embestidas pasionales durante la luna de miel, momento que plagia con bastante descaro la divertida escena de sexo entre Buffy y Spike en el capítulo Smashed de la serie creada por Joss Whedon. A los pocos días ella va corriendo al retrete una mañana y vomita, él, hombre espabilado y con estudios superiores le pregunta qué le pasa. El embarazo está aquí queridos lectores y la cosa que Isa tiene dentro crece a pasos agigantados, le chupa la vida (esperemos que sólo eso) y la mata por dentro.
Tranquila, no pasa nada, es sólo una cámara, en las otras tres películas las usamos también, no te asustes
Pero una vez más el matiz descaradamente puritano que subyace en toda la saga cinematográfica (y supongo que en la literaria) ofrece su cara más ultraconservadora. Si nuestro vampiro anémico favorito espera hasta el matrimonio para desflorar a su amada politoxicómana, ella decide no abortar poniendo en riesgo su vida y sin importarle que dé a parir un bebé, un vampiro o un buey, ya que por el tamaño de la barriga que luce la moza lo que lleve dentro debe medir 2 metros mínimo.
Mirad, es la novia y va como una pordiosera. Tiene más ojeras que un oso panda con resaca
Por otro lado tenemos a Jacobo, que hará las delicias de sus fans ya que se quita la camiseta a los 45 segundos (contados) de metraje, pero que aquí hace más de florero que en cualquiera de las otras entregas. Está siempre cabreado, ejerce de intruso en la casa de los vampiros doctorados en medicina, dándoles la brasa y convirtiéndose en lobo cuando ya está de los nervios. La subtrama que lo implica a él y a sus descamisados compañeros está metida con calzador y aporta más bien poco a la ya de por sí raquítica trama.
Ah vale, cuando decías que te hiciera una comidita no te referías precisamente a esto
Durante el parto, que es una mezcla entre la escena de John Hurt en Alien: El Octavo Pasajero de Ridley Scott y los títulos de crédito iniciales de El Club de la Lucha de David Fincher pasados por un filtro rojo, Isabella la palma con todas las de la ley y el lobo pilla un cabreo de no te menees. Pero la guinda del pastel llega con el bebé recién nacido, que es una niña normal y corriente (al menos en apariencia), no una larva gigante como la que paría Geena Davis en sueños durante La Mosca de David Cronenberg
Quítate la ropa interior, guapa... dios... espera, ahora vengo, voy por el cortacesped
Jacobo quiere matarla porque es la causante de la muerte de su amor no correspondido, pero por obra y gracia de la exquisita pluma de la señora Meyer el chaval de los pectorales prominentes se "imprime" del bebé, que es lo mismo (más o menos) que enamorarse a primera vista de la criatura (o eso me explicó la seguidora, que no fan, de la saga de libros y películas que vio la cinta conmigo y que compartió amablemente mi calvario con mucho sentido del humor). Es decir, nuestro amigo peludo pasa de lobo pagafantas a pedófilo que se enamora de la hija recién nacida de su antiguo amor, que ahora resultaría ser su suegra... con dos cojones y un palito.
Eso, eso, tú abre la boca... que yo te aviso
Finalmente tenemos una pelea entre los lobos metida con calzador para dar algo de vida y acción a la soporífera trama y como era de esperar, Eduardo muerde a su amada en el pescuezo para convertirla en uno de los suyos y así salvar su vida, es decir, la transforma en un pálido Gusiluz que come hierba, tiene superfuerza y corre a velocidad desproporcionada, como no podía ser menos, pero que finalmente no tiene una mierda que ver con un vampiro propiamente dicho. La última (y previsible imagen) es un plano de la adicta a las metanfetaminas abriendo sus rojos ojos de no muerta. Fin.
Ve a por el palito, Jacob, venga, traeselo a papá
Pues esto es todo amigos, hasta aquí la crónica de la película menos mala (que no aceptable o alejada de la mediocridad) pero más aburrida de lo que llevamos de inolvidable saga. Lo peor es que la cinta es intragable, insípida, haciendo que echemos de menos a vampiros deslizándose por pasillos, palabras supuestamente románticas entre los dos enamorados que producen arcadas y risas en la misma medida o escenas de lucha que aparentan haber sido coreografiadas por El Chapulín Colorado.
Mira niñato, yo he trabajado con Ian McKellen, no estoy para chiquilladas o te levantas de la cama para rodar o te quito la palidez a hostias
Lo mejor, que el nombre de un señor como Bill Condon, director de la gloriosa Dioses y Monstruos, uno de los mejores biopics realizados en la década de los 90 (el del director de cine James Whale) no sale demasiado perjudicado por haber participado en esta inmundicia. Aunque claro, su nombre también sale en los títulos de crédito de Amanecer: Parte II que espero que recupere para el cierre de la saga toda esa horrible parafernalia que hacía de las primeras entregas de esta franquicia geniales frescos de cuan menguada está la inteligencia de algunos componentes de nuestra más tierna población adolescente y no tan adolescente.
jajaja increible, lo que me he podido reir, sobre todo con los comentarios de las fotitos, no sé cómo se te ocurren esas cosas xDDDDD
ResponderEliminarPues sí, un tostón de peli jajaja pero es que el libro es igual xDDD
y lo de Jacob con la niña.... >__<
que yo encantada de compartir el calvario de la peli contigo, ehh jajaja ;)
La verdad es que acompañado la cosa divierte más y eso que esta de divertida tenía poco, qué tostón.
ResponderEliminarA ver si el cierre se anima y clausuran por todo a lo grande, con un disparate detrás de otro, como en las dos primeras y parte de la tercera.
Lo del lobo enamorado del bebe es de agárrate que vienen curvas. Pero claro, como aquí nadie folla (ni se tocan) hasta que se casan, pues 18 años de casto noviazgo debe ser lo más normal del mundo, no se si me explico XD...
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, hay anunciada una peli de una chica enamorada de un zombie... Si, si, tal cual suena.
El libro se llama Warm bodies, y aun solo es posible encontrarlo en ingles :-(
Algo había oído de lo del libro del zombie enamorado, buen oro cinematográfico puede salir de ahí si deciden adaptarlo a imágenes, redios.
ResponderEliminarOlvidaste la ridicules de Vampiros en la playa, vampiros en la playa. y me parece que tambien existe una cesaria hecha con colmillos vampirescos?
ResponderEliminarGenial tu reseña!!! me reí muchísimo :)
ResponderEliminarhttp://www.imdb.com/title/tt1588173/ Warm Bodies. En proceso.
ResponderEliminarCierto Alejandro, se me olvidó mencionar esos detalles que comentas.
ResponderEliminarY gracias por tu comentario N. Marianita.
Un saludo.
que va... Según el "argumento", los enamorados se conocen cuando el zombie se zampa al novio de la chica...
ResponderEliminarSi si, tal cual
Bueno Jose, no desesperes, no tardará alguna fan loca en aparacer para pedir mi cabeza como la de Alfredo García, que la crítica lleva horas escrita nada más, tiempo al tiempo.
ResponderEliminarCon respecto a la del zombie tu argumento lo compro, la vería y comentaría con ilusión por aquí, pero lo que dice Juan sobre que la chica se enamora del muerto después de que se coma a su novio es antológico, para no perdérselo.
Maldita sea... Tu crítica me está impeliendo a ver la peli. Con Crepúsculo me paso una cosa muy curiosa: no vi la primera hasta el año pasado, no me llamaba en absoluto la atención, pero tanto hablar, tanto hablar... al final la vi. Y, joder, tampoco me pareció tan nefasta: una puta chorrada, como tantas, y ya esta. Pero... luego vi Luna Nueva y ahí ya sí que el tema fue muy muy a peor. O debió de ir, porque la verdad es que ni me acuerdo del argumento. A la tercera, directamente, ni me he acercado. Pero si finalmente pico con esta (es que lo del embarazo vampírico tiene su punto, no lo vamos a negar), tendré que echarle un vistazo.
ResponderEliminarNo sé, si al final terminaré viendo hasta las de Harry Potter: no menos de tres veces he comenzado a ver la primera y la he dejado más o menos a la mitad. No soporto al niñato ese, lo siento, demasiado mesiánico.ñ
Las dos primeras películas (que son las que me parecen más memorablemente horribles e inintencionadamente cómicas) son mala y muy mala, pero son dos factores concretos los que la convierten en eso, mal cine. Su visión sobre el vampirismo que da mucha pena y es de una herejía que duele al alma y el retrato que hacen del supuesto "amor verdadero" que es de los menos creíbles y más pueriles que he visto en mi vida.
ResponderEliminarDe todas formas las películas de esta saga son para verlas, por un motivo u otro, pero es toda una experiencia enfrentarse a ellas.
Las de Potter a mi me encantan y comprendo que al principio cueste entrar en ese mundo mágico con el niño miope que de primeras cae repelente, pero una vez estás dentro es un universo adictivo y atractivo que ha ofrecido una saga cinematográfica bastante memorable.
Yo queria ver, destripar y escupir a esta contigo U_U me lo debes JUM
ResponderEliminarSerá un suplicio, pero la veré otra vez contigo para que no te quejes.
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