viernes, 24 de mayo de 2013

La Matanza de Texas 3D, primos lejanos




Título Original Texas Chainsaw 3D (2013)
Director John Luessenhop
Guión Adam Marcus, Debra Sullivan, Kirsten Elms, Stephen Susco basado en personajes de Tobe Hooper y Kim Henkel
Actores Alexandra Daddario, Trey Songz, Tania Raymonde, Keram Malicki-Sanchez, Shaun Sipos, Thom Barry, Paul Rae, Bill Moseley, Dan Yeager, Richard Riehle, John Dugan, Gunnar Hansen, Marilyn Burns, Tobe Hooper





En 1974 el director Tobe Hooper, con la ayuda de su amigo Kim Henkel al guión, creó un clásico con todas las letras dentro del cine de terror americano titulado La Matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre). Basada lejanamente en la historia de Ed Gein, el Carnicero de Plainfield, el film fue realizado con un presupuesto irrisorio en condiciones infrahumanas por unos equipos técnico y artístico completamente desconocidos y en un formato cuasi documental no buscado, el mismo vino al rodar el film en 16 mm y luego pasarlo a 35, que daba una veracidad cortante a una obra haciéndose fuerte más en la tortura psicológica, inolvidable su media hora final, que en la supuesta casquería que el tiempo le asignó y nunca ha tenido. Aún hoy la cinta de Hooper es clave para entender la evolución experimentada por el género al que se adscribe cuando se estrenó como largometraje a nivel internacional, marcando un gran impacto generacional.




Doce años después un Tobe Hooper en decadencia (en la que sigue, por desgracia) realizó una terrible secuela queriendo ser una especie de revisión humorística de la obra original y cuyo resultado fue poco menos que aberrante. Cuatro años después el director Jeff Burr y el guionista David J. Schow dieron forma a la tercera parte, no tan lamentable como la anterior entrega, pero aún así de una contrastada mediocridad, llena de tópicos y resoluciones formales fallidas. Pero ya en 1994 aconteció lo inenarrable. Kim Henkel, cocreador de la saga, realizó una cuarta cinta tan terriblemente deleznable que hacía que la segunda pareciera El Padrino II. Curiosamente los dos únicos films en forma de continuación relacionados con esta franquicia que merecen la pena han sido La Matanza de Texas 2004, remake del largometraje primigenio a manos del mediocrísimo Marcus Nispel, y la precuela de esta, La Matanza de Texas: El Origen, dirigida por el impersonal Jonathan Liebesman, que, aún estando ambas a años luz de ella, eran dignas sucesoras de la versión de 1974.




En 2013 ha llegado este experimento llamado La Matanza de Texas 3D (Texas Chainsaw 3D) y para desentrañar su naturaleza hay que dedicarle algo de tiempo. Pseudosecuela de la cinta original, anterior a las tres entregas que siguieron a aquella, pero sin nada que ver con el remake y su protosecuela, es decir, sería una especie de segunda parte del film de 1974 en su prólogo para seguir el resto del metraje con una historia acontecida 20 años después. En resumidas cuentas, estamos ante otra película dentro de esta franquicia, un producto hecho por y para rascar dinero en taquilla y satisfacer el apetito de los fans de Cara de Cuero y su motosierra. El resultado es una cinta llena hasta arriba de todos los tópicos del género ofreciendo al espectador precisamente eso que busca, entretenimiento bruto y casquería fina con sabor tex mex.




En 1974 el pueblo de Went en Texas descubrió que la familia Sawyer encubría los múltiples crímenes de uno de sus miembros, Jeb, también conocido como Leatherface. Los lugareños se vengaron de ellos quemando su casa y masacrando en un tiroteo a todos los componentes del clan, sobreviviendo sólo el pequeño bebé de una de las hijas. El mismo fue acogido por dos de los pueblerinos que la criaron como su propia hija. Veinte años después Heather descubre que es adoptada y huye del hogar con su novio y dos de sus amigos, a los que se sumará un autoestopista, para descubrir en Went cuál es su origen y hasta donde llegan sus raíces familiares. Lo que encontrará no será de su agrado, ni del de sus compañeros de viaje, y mucho menos de los habitantes de la localidad que no han olvidado la matanza de los Sawyer.




Texas Chainsaw 3D es fanservice en vena, fast food para echar un rato que cumple todos y cada uno de los tópicos de la saga en la que se ha gestado en particular y del género al que pertenece en general. En el prólogo tenemos un regalo para los fans de la colección de películas ya que los componentes de la familia Sawyer están interpretados por Gunnar Hausen, el Cara de Cuero original, Marilyn Burns, la desvalida protagonista de la película de 1974, y Bill Moseley, el insoportable "Chop Top" Sawyer de la secuela de 1986 y actual actor fetiche de Rob Zombie. El reparto está formado por cinco personajes interpretados por los habituales jovenzuelos de buen ver, cuerpos apolineos y neuronas ausentes merecedores de morir de la manera más cruel posible a manos del nuevo Leatherface, que no desmerece en nada al de la película de los años 70.




Por el camino se cumplen clichés como los fumetas y fornicadores cayendo a manos del asesino principal, un cariñoso saludo desde aquí a Drew Goddard y Joss Whedon. Los protagonistas, tanto masculinos como femeninos, enseñando lo justo de carne, sugiriendo y calentando, pero nunca mostrando abiertamente o culminando la desnudez. Toma de decisiones estúpidas a la hora de esquivar a los verdugos o metiéndose voluntariamente en la boca del lobo o unas fuezas de la ley ineptas hasta lo indecente. Pero también se esquivan otros como que el chico negro muera el primero, que la protagonista sea virginal o que el villano ejerza como tal a lo largo de todo el metraje. Esto último no hace que la película destaque o sea original, pero al menos ofrece algunas salidas inesperadas a la platea.




Pero lo mejor de la velada es por un lado el gore desatado que si bien no llega a cotas de brutalidad como las de La Matanza de Texas: El Origen sí ofrece pasajes memorables (deliciosa esa motosierra partiendo, literalmente, en dos a uno de los personajes) las múltiples referencias a La Matanza de Texas original con el mismo diseño de producción y dirección artística e incluso una fotografía que en cierta manera quiere asemejarse a aquella que bordó Daniel Pearl en 1974 y sobre todo esas rebuscadas escenas en 3D con regusto a productos ochenteros de terror como la fumadísima Viernes 13: Parte 3tercera parte de la saga protagonizada por Jason Voorhees y su santa madre, de Steve Miner dando un tono añejo al producto que hace las delicias del fan de este tipo de films.




No le podemos pedir a La Matanza de Texas 3D algo que no ofrece. Su dirección es tan impersonal como cumplidora y el mensaje sobre el aislamiento que la América profunda sufrió tras la Gran Depresión criando a hijos de hambre y el rencor que nos supieron exponer tan inteligentemente Tobe Hooper y Kim Henkel hace casi 40 años aquí brilla por su ausencia, aunque no se deja nada bien a la gente de Texas en general, una vez más. Pero tenemos minutos de fruicioso entretenimiento grotesco y cruel con un final confirmándonos que en el estado de George W. Bush los lazos de sangre son más fuertes que el desarraigo o la venganza y dejando al espectador preguntándose si hay algo de bueno o noble en dejar vivir a monstruos, alegóricos y reales, en los sótanos de nuestros supuestamente idílicos hogares.



3 comentarios:

  1. No la he visto, pero curiosamente sí 2001 Maniacos y es insufrible.

    Ya me dirás si merece ese carácter de culto que tiene.

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    1. Ah vale, sigo bajo los efectos de Silent Hill 3D, lo que yo te diga.

      Antes veré Valhalla Rising que me picaste y ahora estoy pillándome todo Winding Refn para ir viéndolo poco a poco.

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  2. Estoy "comprándolas" ahora mismo, cuando vea al menos la primera te orientaré.

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